Capítulo 40 "Nuestra primera despedida"

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Capítulo 40

“Nuestra primera despedida”

La luz de aquella recámara iluminó la escena romántica. Tao estaba feliz por ello, pero Kris no tanto. Éste se animó a trasmitir sus emociones, no literalmente, pero expresándolas al fin con ayuda de la oscuridad, sin embargo, ahora ya no era tan sencillo abrazar a Tao. Ambos podían verse las caras en cualquier momento y para el líder ya no era demasiado aceptable.

Kris jamás había dicho tantas tonterías antes y por Tao lo había hecho ahora, era tan difícil aceptarlo y enfrentarlo cara a cara. Evidentemente, Kris no se encogería de hombros en tales momentos. No podía siquiera seguir pegado a ZiTao. No podía verse inferior y sensible; todavía no se acostumbraba a ello y no quería adelantar ese aprendizaje. 

Ocupándose de aventar todo por la borda, Kris sujetó a Tao por los hombros y lo alejó bruscamente, apartándose poco después a casi dos metros de distancia. Tao se tambaleó, abriendo los ojos con sorpresa. Bien. Esperaba algo así, pero sucedió tan rápido que lo dejó mudo. Kris se encargó de verlo con el rabillo del ojo, terminando por darle la espalda, viendo fijamente la ventana.

Tao sonrió coqueto. Kris seguía viéndose adorable incluso alejándose de la realidad y era más que obvio que aquel tipo rubio sentía algo por él. Con el simple hecho de decir que lo extrañaba bastaba, y además si todo fuera una simple burla, Kris se hubiera reído en su cara y no escondiéndose de su mirada. Todo evidenciaba que Kris estaba sintiendo algo, pero que no estaba listo para expresarlo de una manera tierna. 

Pensando en cómo comenzar una plática, Tao fue hasta el escritorio que había en un extremo, se sentó, abriendo las piernas y se echó para atrás, sosteniéndose con las manos sobre el material de madera. Sonrió nuevamente y mirando detenidamente la espalda de Kris, dijo:

—¿Entonces me extrañaste todo este tiempo, eh?—Jugueteó con su labio inferior, mordiéndoselo al ver cómo la espalda de Kris se erguía con insistencia, demostrando  irritación.  Tao no tuvo respuesta a su juego de palabas, lo que lo animó a molestar a Kris un poco más —. No sabía que eras tan celoso. Del uno al diez, ¿cuánto le pondrías a tus celos actuales? —Bromeó,  golpeando las uñas en la madera de forma rítmica.

Los ojos del más alto rodaron, encontrándose con un Tao sexy sobre el escritorio.  Pero seguía sin contestar a nada.

—Bien, supongo que tu silencio lo dice todo ¿te arrepientes de lo que dijiste antes, cierto? Estaba empezando a retomar lo nuestro o lo que quedaba de nosotros —siseó, suspirando en alto—. Ahora supongo que haré como tú. Me arrepentiré de darte una oportunidad.

Mirándose de soslayo las piernas, Tao se subió por completo al escritorio, logrando sentarse como indo, anudando las piernas fácilmente. Kris estudió completamente tal acto, alzando la ceja izquierda con incomodidad.

Era increíble ver al débil y llorón Tao conformándose con algo y más si se trataba de su relación con Kris. Tao resopló, volando con su propio viento un tramo de su flequillo, jugando con el cabello y esperando a que Kris dijera algo.

—¿Por qué me miras así? —Nuevamente, Tao articuló, jugando todavía con su cabello y sin ver a kris a la cara —. ¿Tanto te gusto?  

Era suficiente para Kris. Tao hablaba con tanta seguridad que incluso daba miedo. Sí, tao le gustaba y mucho, pero no sabía cómo decírselo sin sonar tan igual a los tontos adolescentes enamorados que se besaban en las esquinas y en cualquier lugar. Kris jamás haría eso, jamás demostraría cariño de esa manera tan cliché. Él quería ser diferente, quería seguir siendo el mismo, pero al mismo tiempo deseaba que Tao no lo dejara de querer.

Lover's Spit [TaoRis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora