Capítulo 14 "Saliva de amantes parte 2: TAORIS PURO"

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Capítulo 14

“Saliva de amantes parte 2: TAORIS PURO”

El bello Panda se enfocó en mirar a la abuelita Mei. La viejecilla merecía ver un beso homosexual, ¿Qué no? Claro que merecía ver que su nietecillo Kris tratara como a una princesa a Tao.

—No debemos besarnos para demostrar nuestro amor —Kris espetó con bastante ferocidad. Estaba comenzando a cabrearse y cuando eso pasaba, nadie… absolutamente nadie lo aguantaba.

«Personalidad de mierda a la vista» El Panda comenzó a imaginarse lo peor

—¿Cómo qué no?  —Negándose con la cabeza, la señora miró confundida a Kris.

—Llevamos poco saliendo y no estamos acostumbrados a besarnos. —El rubio siguió sacando barras.

—Es sólo un besito —musitó la peli-plata mientras hacía un tímido mohín con la nariz.

—Sí… sólo es un besito —murmuró Tao a sabiendas de que los sobrantes podían escucharlo. Cuando el pelinegro se dio cuenta que Kris lo observaba con rabia por lo que había murmurado, sonrió de lado y se cruzó de brazos, sordeándose.  

La abuela Mei se sonrojó, luego dijo:

—Pónganse cómodos mientras voy por mi celular a la habitación.

Y se fue por su celular. Tao pensó que era increíble que una mujer de edad avanzada estuviera a la moda y tuviera su propio teléfono celular, siendo que sus padres le contaban que en sus tiempos los ancianos ni siquiera sabían prender y apagar uno.

Por otro lado, Kris se dispuso a hablar. No permitiría que su querida abuela se diera cuenta de la mentira, pero tampoco le agradaba besar a personas que no le movieran el tapete.

—Hablaremos de esto y las reglas más tarde y en la camioneta. —Kris se echó el flequillo hacía atrás, cansadísimo.

—Me parece bien —musitó el pequeño pelinegro.

Kris lo observó con rabia, luego le contestó:

—No sabes el asco que tengo en estos momentos —le dijo tratando de ofenderlo, sin embargo Tao se echó a reír.

—Ya bebé, no es para tanto…la vez pasada pareció que mis besos te encantaron, así que…

—He besado mejores bocas —contestó—, mucho mejores.

Al escuchar tales cosas, el número uno lo ignoró. No tenía nada más que decir, ya era suficiente. Tao deseaba hacerlo tragarse sus palabras y esa noche era el mejor momento. Cuando la abuelita Mei regresara, entonces Kris se las pagaría.

—Ahora sí, pueden comenzar —espetó la anciana y regordeta mujer.

En sus manos sostenía un enorme teléfono celular y al parecer también tenía el flash prendido para mejor iluminación.

Sintiéndose un poco torpe al principio, Tao  se puso cómodo y aún sentado, miró a Kris. Éste sólo sonrió malvado al ver el rostro de su noviecito, al mismo tiempo que  se impulsaba para alcanzar sus labios y besarlo de una vez por todas. Ya no tenían escapatoria y Kris conocía a su abuela, si ella se ponía en su plan, nunca nadie podía hacerla cambiar de parecer.

Tragando saliva, Tao se negó. Observó a su ahora abuelita Mei y levantó las manos para decir que se rendía. No besaría a Kris, si Kris lo besaba con rabia entonces tendría remordimientos después.

Lover's Spit [TaoRis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora