Capítulo 2 "Ojos vendados: TaoRis"

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"Ojos vendados: TaoRis"

Sus piernas eran largas, sus muslos delgados, en el abdomen se le asomaba una cantidad limitada de músculos contraídos. No era Luhan. No lo era. Ese desconocido no tenía nada que ver con la descripción que le había dado a sus trabajadores. Todavía recargado en la puerta de la habitación, Kris cerró los ojos. Estaba cabreado y no era para menos. Era un completo problema para su ya endurecida entre pierna y para su vista, ya que horas antes se le irguió la polla tras pensar en que muy pronto se follaría a Luhan.


Sus trabajadores serían castigados de inmediato...


Por otro lado, Tao estuvo a punto de llorar por la emoción que inundaba su cuerpecillo. Estaba feliz, sorprendido, avergonzado...Todo hubiera sido más sencillo si hubieran tenido alguna conversación previa, ya que si Kris le hubiera dicho antes que se lo quería follar, entonces no habría necesidad de usar el secuestro para poder consumir sus deseos carnales.

Lo que Tao no sabía, era que él no era la persona que Kris tramaba empalar, y claro, Kris no se lo diría en esos momentos. Primeramente, Kris debía encargarse del dolor que manaba de su falo, ya que ahora no le importaba mucho si era Luhan o no. Su necesidad era importante, y si ya tenía a alguien para follar, entonces lo tomaría, porque simplemente era de mala educación rechazar un cuerpo semi-desnudo, y más si su pene latía con desesperación.


Kris inmediatamente cerró la puerta, saliendo del cuarto para dirigirse a su almacén privado y buscar algo que pudiera ocultar el extraño rostro del tipo que estaba amarrado en su cama; quizá si lo miraba, la polla se volvería a su estado flácido.


Buscó con mucha paciencia, pero no encontró nada, lo único que halló fue una pañoleta roja. La agarró y se fue de nuevo a su recamara personal.


No había nadie en su casa, así como tampoco recordaba el rostro de Huang Zi Tao. Ni siquiera recordaba su nombre, ni mucho menos que compartió la misma clase con él horas antes, pero no importaba. No le interesaba conocerlo. Después de esa follada lo olvidaría tal y como también lo hacía con todos sus anteriores compañeros de cama.


Un poco inmutado por sus avariciosas ganas de comenzar una forzada penetración anal, Kris fue hasta Tao. Sujetó su mentón con mucha fuerza, casi siendo agresivo, y emprendió pasó a inspeccionarlo. Lo primero que notó fue que su acompañante tenía ojeras, quizá de herencia, pero bastantes pronunciadas al final de cuentas. Eso no le agradó, lo dio a conocer alzándose de hombros en automática desaprobación. El pelinegro con aspecto de Panda no dijo nada, sólo sospechó que estaba siendo descartado con cruel inmediatez. Kris sonrió, no se podía quejar, al menos Tao tenía un lindo cuerpo y unos labios rosados y bien delineados.


El rubio se acercó, vacilando un beso húmedo, luego parpadeó para después cubrirle los ojos a su ahora amante. Desabrochó sus propios pantalones, quitándoselos de una sola patada, aprovechando que el Panda se encontraba sin visión. Rebuscó en sus cajones personales y sacó un lubricante a base de agua, divisó un dildo y pensó demasiado para sacarlo, al final no lo hizo; sería más divertido jugar con las manos.


Tomando nota de la situación con la vista, Kris pensó un poco más, luego habló:

-Tienes prohibido hacer ruido: no debes gemir, ni abrir la boca para nada.

Lover's Spit [TaoRis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora