Contrato de la Felicidad ©

~CAPITULO 10~

Nos encaminamos hacía el gran patio trasero con nuestras manos entrelazadas y a lo lejos mi vista capta a la familia de Samuel.

El señor Jasón está en su discurso de agradecimiento junto a la señora Eva, a unos metros visualizo a Lucía con el señor Elías y el señor Santino concentrados en el discurso. Samuel me conduce hacía el escenario y sé que llegó el momento de la actuación.

El apreta mi mano en forma de apoyo y yo hago lo mismo. Su padre finaliza y juro que se me saldrá el corazón de mi pecho.

¿En que te metiste, Kayla?

Los señores Jonhson descienden, acercándose hacía nosotros con caras de confusión pero sin borrar sus sonrisas mientras los invitados aplauden y felicitan, pero Samuel los esquiva y me arrastra al escenario.

— Me permiten un momento de su atención, por favor—exclama Samuel mientras yo sonrio con un nudo en mi garganta—. Hoy debo anunciales a los presentes, incluido a mi familia una gran noticia.

Todos miran expetantes en sus palabras, siento las penetrantes miradas de su familia el cual no está ayudando. Mis piernas están gelatinas que si doy un mal paso termino de boca contra el suelo, mi único sostén es la mano entrelazada de Samuel conmigo.

— Quería anunciarles que esta bella dama que tengo a mi lado—comienza acercándome hacía él, tomándome por la cintura y yo colocando una de las manos en su hombro y la otra en su pecho tibio—, es mi prometida y dentro de poco mi esposa—finaliza volteando mi rostro con su mano y dándome un beso, manteniendo nuestros labios juntos por unos segundos.

— Espero disfruten la velada.

Descendemos y caminamos hacía su familia que nos miran atónitos.

—¿Cómo que tu prometida?— preguntan al unísono los señores Jonhson, queriéndome reír por eso además de por los nervios.

—¿Serás mi cuñada?—pregunta Lucía con emoción.

— Como escucharon, es mi prometida y pronto será mi esposa—exclama Samuel—, y sí, será tu cuñada—le afirma a su hermana con una pequeña sonrisa.

—¡Awww! Sabía que terminarían juntos—grita Lucía abrazandonos— ¡Felicidades!

—Muchas gracias—digo mordiendome el labio inferior.

— Gracias, pesada—dice su hermano, recibiendo un manotazo en su brazo.

—¡Felicidades! Pues tenemos una muy buena integrante en la familia— exclama su abuelo, abrazandonos.

— Gracias—decimos al unísono, ya que sabemos que él está al tanto de esta farsa.

— Que dicha es entonces tenerte en la familia, todo la felidad para ustedes— dice la señora Eva feliz.

— Nos tomaste por sorpresa a todos, hijo, pero si eres feliz toda la felicidad para ambos—habla el señor Jasón saliendo de su asombro y regalandonos una sonrisa amplia.

— Así es padre, muchas gracias— Sonreímos ambos y luego nos miramos por unos segundos.

Listo el "compromiso" ya fue anunciado y todos lo tomaron bien, eso es un gran paso, espero poder llevar esta farsa.

En el transcurso de la velada Samuel me ha presentado a varios de sus socios y familias, algunos amables otros con cara de pocos amigos.

Con Lucía hablé por un momento y me dijo que sabía que habría algo entre nosotros dos. Si supiera que esto es una mentira.

Rebecca anuncia que la cena está lista, así que cada uno se acomoda en su lugar. Yo estoy sentada en la mesa sólo con la familia de Samuel.

— Y cuentenos, ¿cómo era qué no sabíamos de su romance?—pregunta Lucía.