Llego el tan "gran" momento. Ahora estoy en una crisis de nervios, impotencia, lloriqueo y mil sentimientos más.
Me miro al espejo con el vestido, hago unas respiraciones profundas mientras me repito que todo estará bien, sólo son unos meses y listo, he aguantado peores cosas...
¡NO PUEDO!
Sí... sí puedo, yo soy fuerte. A quién engaño, ni yo me lo creo.
¡UF!
— Kayla si no quieres no tienes por qué obligarte, podemos huir y tratar de comenzar de nuevo—me dice Sabrina mientras se acerca a mí y se coloca a mi lado.
— No, estoy bien lo haré, cumpliré. No puedo seguir huyendo, ya lo hice una vez no más, afrontaré con mi decisión—digo más para mí que para ella.
— Mira, ni tú lo crees, sé porque aceptaste esto pero no puedes con este costo pagar. Amiga es tu vida.
— Sí, lo sé y por eso lo hago no sólo es mi vida también las de otras dos que merecen paz y tranquilidad a su edad no preocupaciones y si es ha este costo lo haré—digo decidida—, sólo fue un momento de crisis, estoy bien.
—¿Segura?—inquiere con una mirada preocupada.
— Muy segura. Gracias por apoyarme—digo abrazandola.
— Que bobadas dices, siempre te apoyaré, nunca jamás lo olvides— confiesa también abrazandome.
— Fuertes hasta la tumba— Le recuerdo.
— Fuertes hasta la tumba— Sonríe.
Era una pequeña frase que nos inventamos y nos la damos en momentos difíciles.
— Amor mío la limusina llegó, vamos yendo— Avisa mi madre con los ojos critalizados—. Te ves bellísima, cariño—exclama mientras lloriquea.
— Gracias, mamita—le digo también con los ojos llorosos.
— Yo las espero abajo—anuncia Sabrina.
Ella sale de la habitación y mi madre se acerca a mí, toma mis manos con las suyas y da suaves masajes en los dorsos.
— Te amo mucho mi niña, nunca lo olvides, estoy orgullosa de ti. Eres y serás una gran mujer—dice mi madre con lágrimas que descienden por sus mejillas.
— Gracias mamá por tu apoyo incondicional. Te amo tanto.
— Yo igual. Basta, no querrás arruinar el maquillaje completo, vamos te esperan.
Bajamos y afuera nos esperaba la limusina con la señora Eva, Lucía con Emily en su regazo, mi tía y Sabrina, subimos mi madre y yo con rumbo hacía el civil.
___☆☆☆___
Lo vi parado con el resto de su familia y al lado el juez que nos casaría. Caminé hacía él, se voltea y me mira con una pequeña sonrisa, nos posicionamos uno al lado del otro y sólo nos dimos unas pequeñas miradas con una leve sonrisa de ambos. Si estaba nervioso lo disimulaba a la perfección.
El juez comenzó y yo estoy tan nerviosa que no le prestó atención, se que va la parte que los testigo firman porque Sabrina y Ethan son los que firman en un papel hasta la parte esperada...
— Samuel Tobías Jonhson, ¿aceptas por voluntad propia contraer nupcias con Kayla Alexa Anderson para amarla y respetarla?
— Aceptó—espeta con firmeza.
Ethan le entrega el anillo y me lo coloca en mi dedo anular. Se ve precioso con el de compromiso.
— Kayla Alexa Anderson, ¿aceptas por voluntad propia contraer nupcias con Samuel Tobías Jonhson para amarlo y respetarlo?
Dudo unos segundos, respiro unos segundos y respondo..
— Acepto—digo lo más decidida posible.
Sabrina me entrega el anillo y se lo coloco al igual que el mío.
— Por el poder que me confiere, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia señor Jonhson—sentencia el juez.
Nos damos vuelta y quedamos cara a cara, Samuel toma mi cintura y pega su labios a los míos, yo lo tomo de su rostro con la mano derecha y la otra la colocó en su brazo, sólo son unos segundos y nos separamos.
Saludamos a nuestros familiares mientras nos felicitan y caminamos tomados de las manos hacía la salida.
Subimos al coche y nos ponemos en marcha a la mansión de los Jonhson, allí se festejará.
ESTÁS LEYENDO
Contrato de la Felicidad ©
Chick-LitSamuel Johnson: Frio, calculador, serio, decidido. Consigue todo lo que quiere, si hace falta destruir algo o alguien no tiene miedo, misterioso con un corazón roto pero con un alma "casi" indomable. Kayla Anderson: Fuerte con temperamento, timida...