Teach Me ( KookJin)

9-

Los últimos años de Seokjin sólo se basaban en el arrepentimiento constante y en el sentimiento de culpa que lo atacaba cuando menos se lo esperaba.

Podía estar siendo un día normal, estar en la fila del supermercado y de la nada su mente comenzaría a atacarlo con recuerdos antiguos donde solo imperaba la culpa y las ganas de poder haber actuado de forma diferente frente a esa situación.

Sí lo pensaba bien era algo estúpido, esos actos ya debían estar en el pasado, pero era algo más allá de Seokjin y no lo podía controlar.

Desde siempre le había sido muy difícil negarse a las peticiones de los demás, pero esto con el paso del tiempo de había ido incrementando cada vez más.
Y esas cosas eran la que lo habían llevado a sentirse como la mierda casi siempre.

Este fin de semana no había sido la excepción. La diferencia está vez es que no había estado solo cuando esos malos pensamientos llegaron, esta vez su madre y su padre estuvieron con él.
Lo abrazaron, lo cobijaron y no preguntaron nada, solo estuvieron ahí para él.

Se sintió tan amado y protegido que sólo dejó salir todo aquello que tenía acumulado y que lo atormentaba.

Cuando Seokjin tenía 6 o 7 años se recuerda como un niño enfermizo, se resfriada varias veces al año y la fiebre lo atacaba todas esas veces.
Cuando eso pasaba recuerda que su madre mandaba a dormir a su padre a su pequeña cama con cubrecamas de dinosaurio y ella se quedaba en la pieza matrimonial toda la noche cuidándolo, poniéndole compresas frías y contándole historias que con el pasar de los años ya no recordaba.

Este fin de semana se sintió como un niño otra vez y volvió a dormir abrazado a su madre como lo habían hecho hace tanto años.

Para el domingo en la noche cuando volvió a prender su celular y volvió a su departamento había llorado tanto que sentía que su cabeza iba a explotar en cualquier momento.

Lloró por ese video y por todo lo que unos simple estudiantes dijeron, lloró porque eso no le debería afectar, pero igualmente lo hizo.

Lloró al darse cuenta que no quiere a Kang y se sintió mucho peor cuando comprendió el terror que le causaba dejarlo y volver a estar solo.

Y la última razón de su llanto fue por ser la clase de docente que siempre prometió que no sería. Fue asqueroso darse cuenta que uso su propia autoridad y poder frente a estudiantes que tal vez si lo merecían, pero con los cuales no debió desquitarse académicamente.

Pero ahí venía la paradoja que no lo dejaba dormir ¿De qué otra forma se desquitaba con esa clase de persona? ¿Qué hacía para que dejaran de hablar de él? ¿Era correcto siempre poner la otra mejilla?

A pesar de lo mal que se sentía, sabía que no iba a cambiar las notas. Simplemente no quería. Sabía que había hecho mal, pero eso no quería decir que las fuera a cambiar. Ya estaban en el sistema y ahí se quedarían y creyó que Kang lo apoyaría, pero como suele pasar, Seokjin se equivoco.

- Debes cambiar esas notas - fueron las primeras palabras que recibió del hombre cuando entró a la oficina y cerró la puerta.

Su perfume comenzó a invadir cada espacio de la oficina y Seokjin se preguntó cómo en otro momento pudo amar ese olor.

No se habían visto por varios días y sabía que Kang estaría enojado por no contestar el teléfono en todo esos días, pero no se esperaba que el primer comentario sería por las dichosas notas. Era un taller, los chicos la podrían subir fácilmente.

- No lo haré - era temprano para pelear, por lo mismo iba a escapar de la pelea, pero Kang pareció leer sus intenciones por lo que se quedó de pie tapando la única puerta de salida.

- Te estoy hablando Seokjin, no huyas como lo haces siempre, cambias las malditas notas y listo - era un enojo irracional y Seokjin sabía que Kang no sólo le molestaba eso.

Le molestaba que lo había ignorado por un fin de semana completo, le molestaba que Seokjin no hubiera corrido a acusar a los chicos como un niño y le molestaba que no tuvo el control de la situación.

- Pueden acudir a dirección y yo no podré hacer nada para salvarte - eso sonaba casi como una amenaza y Seokjin de verdad ya estaba harto de toda esta mierda - recibí un correo y la visita de los cuatro chicos el mismo viernes en la tarde amenazando con acusarte por abuso de autoridad - Debería estar asustado, el mismo lo sabia, pero en este momento no le podía importar menos, lo podían acusar con el papa y no le importaría - hubiera sido muy decente de tu parte escuchar tu versión de lo que pasó ese mismo viernes - y ahí estaba lo que realmente le molestaba, Soo-ah era tan predecible.

- Que me lleven donde quieran - no llego a gritar solo porque sabía que seguían en la universidad - que me acusen con quien quieran... Ya estoy harto - no sabia en que momento se había acercado a Kang, pero estaban a menos de un metro de distancia.

- Y ahora gritas... Ya me estoy hartando de tu actitud - le gritaba el hombre apuntándolo con su dedo índice.

- Y estoy harto de ti... Todo de ti me tiene harto - y pudo ver como la cara del hombre se transformaba cuando escuchaba esas palabras, pero no lo dejó hablar más y continuó - siempre soy yo quien paga las consecuencia de ese estúpido video - no iba a llorar esta vez, se negaba a que lo siguieran viendo como alguien débil.

- Siempre con la mierda del video Seokjin, supéralo de una puta vez - Soo-ah casi no gritaba y muy rara vez perdía la cabeza, pero esta vez se veía a pocos segundos de perder los cabales.

- ¿Qué lo supere dijiste? Fui yo al que vieron haciéndote una felación, es a mi de quien hablan hasta el cansancio en esta puta universidad y la verdad es que me arrepiento tanto de toda esta mierda - para cuando termino de decir la última palabra Kang lo agarro del brazo con brusquedad y lo estampó contra la pared más cercana con violencia, sacándole a Seokjin un quejido de dolor en el proceso.

Ambos se quedaron mirando por lo que pareció una eternidad, sin decir nada, Seo-ah aún agarrándolo y Seokjin intentando procesar que había pasado.

Cuando logró reaccionar de un manotazo alejo la mano de Soo-ah mientras le gritaba - No me toques nunca más - esta vez fue Seokjin quien lo empujo para intentar quitárselo de encima haciendo que el hombre retroceda varios pasos.

No espero más y caminó los pocos pasos que lo separaban de la puerta y antes de abrirla lo último que escucho de Soo-ah fue - madura de una vez te comportas como un puto niño... - y siguió diciendo más cosas, pero estas las dejo de escuchar cuando comenzó a caminar o casi correr por lo pasillos de la universidad.