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Estaban celebrando.
No en un lugar con música fuerte, tampoco en un caro restaurant vestidos de traje. Estaban celebrando en el departamento de Seokjin con ropa cómoda que se basaba como siempre en camisetas anchas y pantalones cortos.

Ambos habían pedido la cena a su lugar favorito, habían puesto la mesa y las coloridas flores que le había traído Jungkook las puso en un florero en la mesa.

Celebraban que estaban enamorados, qué Jungkook había terminado él semestre, que Seokjin se había atrevido y había postulado cómo profesor a unos talleres en una universidad y que ya había pasado la primera etapa de selección.

Esta vez el lugar de donde habían pedido la cena tenia como especialidad la comida de Japón, lo habían descubierto por internet hace unos meses y se había convertido en el lugar favorito de Jungkook. Habían probado casi todo el menú en poco tiempo y aun no existía algo que no les gustara del lugar. 

Y estaban terminando de cenar cuando Seokjin creyó que seria el momento perfecto para entregar el regalo que tenia en su bolsillo. Lo había comprado hace casi dos meses y por distintas circunstancias aun no se atrevía a darselo a Jungkook.

Una de esas razones era la inseguridad ¿y si voy muy rápido? ¿si dice que no? ¿si lo asusto? ¿es muy joven aun para algo tan serio? entonces hoy se auto regaño frente al espejo y se obligo a decir que hoy seria el día perfecto. Y quería vestir de forma adecuada, pero Jungkook iba a sospechar si lo veía todo elegante cuando siempre que cenaban y celebran algo lo hacían hasta en pijama.

Así que se puso en su papel de adulto seguro de si mismo, bebió un trago de vino, miro a Jungkook que había terminado de comer y hablaba de si comían postre ahora o mientras veían la serie.
La realidad es que Seokjin no podía pensar en comer, no ahora que se había puesto de pie, que había quedado frente a Jungkook que se había quedado en silencio y que lo miraba con la copa vacía de vino entre sus labios.

Así que hizo lo que vio que hacían tantas veces en las películas y series y se puso de rodillas y la risa involuntaria que salió de los labios de Jungkook fue de nerviosismo, lo conoce tan bien que probablemente el chico ya entendió porque se puso de rodilla, aun si Seokjin no conseguía articular ninguna palabra porque se cabeza decidió traicionarlo y quedar en blanco.

- Ensaye para esto - es lo primero que lograba decir porque de verdad había practicado, pero seguía sin acordarse de nada y así que decidió sacar de su bolsillo la caja con anillos - tenia muchas cosas que decir, eran lindas y hasta había citado nuestra película favorita - sigue diciendo sin poder abrir la caja entre sus manos.

- Puedes decírmelas mas tarde - responde Jungkook y lo ayuda abrir la caja que nuestra dos anillos simples con pequeñas piedritas negras que lo decoran.

Y acepta en silencio porque no cree que pueda argumentar algo mas, así que saca uno de los anillos y ve la mano izquierda de Jungkook tendida hacia el y le pone el anillo sobre su dedo anular para luego dejar un beso en el mismo lugar. Y si bien nada salió como quería, su discurso no fue dicho y Jungkook de los nervios hasta se le cayo el anillo que le debía poner a Seokjin en su dedo.

Cuando mira a Jungkook llorando y con una gran sonrisa en su rostro decide que da igual si se lo pedía en su departamento, en el centro de Seúl, en la calle, en el rio Han o en cualquier lado, siempre iba ser igual de perfecto porque era Jungkook y el hacia que fuera todo perfecto.

Y cuando ambos anillos estuvieron puesto Jungkook se puso de pie y se lanzo sobre sus brazos a llorar de la emoción. Por un momento pensó que había rato a su novio porque no dejaba de llorar, hasta que logro calmarse un poco y hablo - Enamorarse así no puede ser normal - aceptó con lágrimas en los ojos, mientras seguía abrazado a su cuerpo - ¿Estoy loco? - se cuestionaba con voz pequeña - es que te amo mucho - seguía diciendo para luego seguir llorando.

- Es normal- se lo decía a Jungkook y así mismo. Siempre debió sentirse así amar a alguien, siempre debió sentir esa seguridad, confianza, apoyo, cariño y muchas cosas mas que sentía por Jungkook y que muchas veces no les podía ni poner nombre, pero que sabían que eran cosas buenas. Sensaciones que en un principio le parecían tan ajenas y extrañas ahora solo le provocaban seguridad - es tan normal que da susto - susurraba también con lagrimas en los ojos y apretando mas su agarre sobre la cintura de Jungkook que parecía no poder dejar de llorar, sus grandes ojos estaban inundados de lagrimas.

- Prometo no sacármelo jamás - hablaba Jungkook mirando la mano que tenia el anillo y que adornaba sus largos dedos que aun tiritaban un poco. La verdad es que ambos aun tiritaban un poco.

- Te amo - y no lo había besado en todo este tiempo así que levanto el rostro de Jungkook y comenzó a besarlo con ternura limpiando en el proceso el camino de lagrimas que aun seguía marcadas por su rostro - te amo tanto - le susurraba dejando un beso en su frente.

Y estarían bien. No es adivino, ni puede ver el futuro, pero confía en Jungkook, en el mismo y en el amor que se tienen, antes pensaba que quizás nunca volvería a confiar en alguien, pero eso fueron estupideces e inseguridades que probablemente aun quedan, pero que poco han ido desapareciendo de su vida.

Encontró a su otra mitad cuando no sabia ni que estaba buscando y no lo dejaría ir, porque amar así de intenso y bonito no puede ser algo incorrecto.

Y ser amado de la misma forma tampoco es incorrecto, siempre debió sentirse en la nubes con cada beso y caricia que recibió y quizás siempre estuvo destinado a encontrar esta comodidad en los brazos de Jeon Jungkook.

Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora