13-

984 208 49
                                    




No podía asegurar si las palabras de Jeon habían sido dichas con la finalidad de herirlo. Probablemente así fuera.
No era extraño que las personas hablaran de temas que desconocían con una propiedad que era apabullante.

Jeon era joven, quizás un poco inmaduro, inexperto y probablemente pensaba que sabía todo y que nadie nunca le podría hacer daño.
Y a Seokjin le daba temor descubrir lo similares eran.

Por eso mismo intento que no lo afectarán las palabras. Habían sido dichas con rabia y desde la intención de herir.

Y a pesar de que lo intentó, a veces las personas son débiles y vuelven a caer en lo mismo una y otra vez.

Por eso no era extraño que Seokjin estuviera llamando a Kang en ese momento, casi rogando para que le contestara el teléfono y lo dejara ir a su casa.
Quería sentirse amado, deseado y admirado por alguien.

La verdad es que sólo quería, dejar de sentirse tan triste y solo por una vez.

Por eso no le dio importancia cuando su ex pareja no le contesto el celular. Simplemente ignoro el hecho de que no le quería contestar y en su lugar se cambió su ropa de trabajo a algo más relajado y ya cuando había anochecido estaba tomado el autobús hacia la casa que conocía tan bien.

Por el camino vio a varios jóvenes y gente de su edad arreglados y casi gritando todo lo que harían esta noche de viernes. También vio a varios trabajadores que iban casi dormido en sus asientos después de una dura jornada de trabajo. Todos parecían enfocados en su propia realidad ¿alguno de ellos estaría sintiéndose tan miserable como se sentía Seokjin ahora?

Y el largo trayecto le sirvió para cuestionarse ¿Qué estaba haciendo? ¿Dónde había quedado su orgullo? Hace solo días se había prometido así mismo no caer de nuevo y ahí iba sentado en el autobús ansioso por un poco de falso amor y contacto físico.

Era repugnante. Era débil y cuando se bajó del autobús sus pasos ya no fueron tan seguros y con cada calle que avanzaba sus pensamientos negativos solo parecían aumentar.

- Señor Kim - estaba tan sumido en sus pensamientos que si bien escuchaba su apellido ser gritado, no asimilaba que era a él a quien se dirigía. Además habían muchos Kim en Corea, levantabas una roca y salían tres Kim's

Fue hasta que sintió unos pasos corriendo en su dirección y una mano sobre su hombro cuando logró salir de su estado de estupor y descubrir que él era al Kim que llamaban con tanta insistencia.

- Señor Kim - volvió a decir y Seokjin sabía de quien era esa voz la conocía lo suficiente y cuando se giro y lo vio ahí de pie ni se sorprendió.

Era Jeon. Una versión mucho más ordenada del Jeon que había visto hace unas horas. Tenía su pelo atado, pero aún así dejaba escapar unos rizos rebeldes, vestía un fino traje con el logo de la cafetería y no había presencia de algún piercing en su rostro.

- Trabajo allí - y vio como el chico apuntó la cafetería que estaba casi a dos calles de distancia. Probablemente desde hace dos calles que el chico lo perseguía - no tenía turno hoy, pero un compañero se enfermo y me toco venir - le contaba y la verdad a Seokjin no le importaba la razón por la que estuviera trabajando.

- Me tengo que ir - Seokjin no sabía que sería seguir caminando hasta la casa de Soo-Ah, si quería devolverse a su departamento o si quería quedarse paseando por las calles, pero lo que sí tenía claro era que a la última persona que quería ver en ese momento era a Jeon.

- Lo siento - y aun no sacaba la mano de su hombro y para Seokjin estaba siendo algo incomodo - Lo siento mucho señor Kim, no sé cómo justificarme o si debería justificarme, pero ahora que lo vi solo quería aprovechar de decir que lo siento - sonaba sincero, pero había muchas personas que sonaban sincera cuando hablaban y después todo lo que salía de su boca eran feos comentarios.

- Ya se lo había dicho antes Jeon, no necesito sus disculpas - y el paso que retrocedía hacia que la mano de Jeon dejara su hombro.

- Jungkook le había dicho que sólo Jungkook - era un lindo nombre. Tenía un significado esplendoroso, pero le queda bien al muchacho.
- Y usted puede que no quiera las disculpas, pero yo si quiero darlas - al final iba a optar por escuchar al chico y marcharse de ahí.

- Esta bien Je... Jungkook, pero de verdad creo que debería irme - si de algo servía la presencia de Jungkook en este momento era que había logrado quitarle las ganas de ver a su ex y ahora solo quería irse a su departamento, comprar algo delicioso para cenar y compartir su comida con su gato mientras veían televisión.

- Solo una última cosa - era insistente y estaba a pocos segundos de mandarlo a trabajar de vuelta, pero se trago sus palabras y siguió escuchándolo - hace unas horas dijo que estaba preocupado y no celoso.
Y le creo, pero no debe preocuparse, yo no corro peligro, yo se que no quiero y necesito nada de lo que él me pueda ofrecer - y de nuevo no le estaba gustado por el rumbo que estaba tomando la conversación.

La fachada sería e indiferente de Seokjin seguía ahí y solo se acentuó más con cada palabra de Jeon- ¿Qué insinúas? Agradecería que fueras directo.

Jeon se mordía el labio con fuerza y podía jurar que en cualquier momento se sacaría sangre, pero Seokjin optó de nuevo por no decir nada y sólo esperar hasta que estuviera listo para seguir hablando - no se como decirlo sin que suene mal así que solo lo diré - lograba decir después de lo que parecieron eternos minutos, pero que probablemente solo fueron segundos en silencio - es usted al que he visto en varias situaciones desafortunadas con él, quizás su preocupación debería ser hacia su persona - sintió la rabia burbujear en su estómago.

Pero la rabia no era contra Jungkook. Era contra el mismo por dejar que el resto viera lo mierda y poco perfecta que era su vida - no sabes nada Jeon - intento fingir el que no entendía a que se refería.

- Puede que no sepa nada, pero así como usted siente la necesidad de decir las cosas, yo también lo sentí - y juro que el chico se veía más joven cuando se encogió de hombros y solo se quedó parado frente suyo en silencio.

Y las palabras no llegaron por parte de ninguno de los dos. Seokjin tenia su vista fija en sus zapatos y esperaba que Jeon estuviera mirando hacia otro lado que no fuera él.

Fue un silencio bastante incomodo la verdad.

- Debería - iba a comenzar a decir Seokjin apuntando hacía las calles que ya había caminando como intentando señalar el paradero de autobús.

- ¿Quiere que lo acompañe al paradero? - se ofrecía Jeon cuando entendía a lo que se refería y pudo decirle que no, que volviera a trabajar, pero en su lugar se encogió de hombros y comenzó a caminar con la mano en los bolsillos.

El chico iba casi dos pasos atrás de él. Ninguno habló y sólo se escuchaba el ruido de la agitada noche de fiesta que comenzaba en Seúl.

Tampoco hablaron cuando llegaron al paradero y pensó que Jeon se iría, pero su sorpresa fue grande cuando se sentó a su lado a espera por el autobús.

Y fue casi 10 minutos más tarde cuando pasó su autobús que ambos se pusieron de pie.
Seokjin no sabía como despedirse o si agradecerle.
Así que solo murmuró un pequeño - buenas noches - antes de casi correr dentro del autobús evitando mirar atrás.

Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora