37-

820 173 61
                                    



- Solo pasa, pide lo que necesitas y te largas - lo llevaba susurrando por largos minutos mientras camina por los pasillos de la Universidad.

La última semana en la universidad habían estado bien. Ya no quedaban alumnos, también los profesores habían disminuido y solo debía ir para cumplir su contrato.
Tenía todo listo hace días y estuvo leyendo una novela en sus tiempos libres para que no fuera tan aburrido el silencio que acompañaba a la universidad. Había ido alimentar a los perros, también saco a pasear a Miel y se iba a la cafetería que queda cerca de la universidad, en conclusión busco cosas para no aburrirse. 

También había tenido cita con el psicólogo y seguía teniendo como tarea escribir sobre lo que se le viniera a la cabeza, habían hablado de lo que Seokjin quería para el futuro y con cada sesión sentía que era lo correcto estar ahí abriéndose ante un desconocido.

Por otro lado había ido a la entrevista de trabajo. Había estado tan torpe y nervioso que había quedado en blanco cuando le hacían las preguntas que eran casi básicas.
Probablemente no quedaría.
Estaba casi seguro que no quedaría.
Pero aún tenía esperanza con los 29 empleos restantes a los que había postulado.

Ahora lo que comía su cabeza estaba frente a sus ojos.
Como la mayoría de las veces sus problemas tenían nombre y apellidos.
Estaba frente la puerta de Soo-ah sabía que él estaba adentro lo había visto entrar.

También sabía que el hombre no había querido firmar los papeles que le faltaban para dar por terminado su tiempo en la universidad y para que le pudieran liberar su sueldo.

No le sorprendió. Insistió por correo todos los días y nunca recibió una respuesta.
Por lo que se armó de valor y entró a la oficina.
Aquella oficina que odiaba y que esperaba no tener que ver más.

Ahí estaba Soo-ah mirándolo. No había sorpresa en su rostro. Estaba impecable vestido, su oficina olía al ambientador que el había comprado y la música que sonaba la conocía de memoria.

- Necesito tu firma - no era necesario sentarse y hablar. Solo quería que firmará los malditos papeles que tenía en la mano y los cuales tendió frente su vista.

- Seokjin ¿podemos hablar? - ¿había algo que hablar? Absolutamente no. Todo estaba tan claro que a Seokjin se le hacía absurda la petición.

- No lo creo - lo cortaba y retrocedía varias pasos cuando veía que el hombre se paraba de su escritorio - mis notas están en el sistema, saque porcentajes y firme todo, no hay ningún tema que hablar - y el hombre se inclina sobre su escritorio firmando los papeles que Seokjin le había pasado y con ellos en la mano se acercó con una sonrisa cruzando sus labios.

- Tu y yo sería un buen tema - ya no hay un tu y yo entre ellos. No sabía que pretendía con esas palabras. Pero que estuvieran juntos de nuevo no pasaría- déjame conquistarte de nuevo - le pedía como si nada hubiera pasado entre los dos.

- Te acuerdas cuando me dijiste que era el amor de tu vida - le recuerda las palabras que tantas veces uso con Soo-ah. Fueron palabras que en su momento sintió como reales - lo sigo siendo Seokjinnie - le tenia miedo a su ex novio, estaba seguro que el amor no debía verse así. 

- Déjame mejorar - se lo pide aún sabiendo que el hombre no busca una negativa como respuesta - me dañas, nos dañamos - no quiere ese bucle de sentirse mal consigo mismo a cada instante del cual casi no puede salir hasta la actualidad.

- Un amor como el nuestro no puede dañar Seokjin - y sus palabras son dulces. Son palabras cariñosas para alguien que lo trató tan mal durante tanto tiempo.

Y no sabe en qué momento se acercó tanto y solo se da cuenta cuando una mano de Soo-ah acaricia su rostro y Seokjin se queda inmóvil.
La sorpresa de que lo este tocando lo deja ahí quieto sintiendo la palma ajena acariciando su mejilla.

Y está tan sorprendido que reacciona a que Soo-ah lo está besando cuando siente unos labios que se mueven sobre los suyos.
Unos labios que alguna vez amo, unos labios que alguna vez mordió, lo toma de la cintura una mano que conoce bien y hace que sienta un escalofrío que Soo-ah toma como alguno bueno, pero es un escalofrío de miedo el que invade su cuerpo.

Es una mano que se siente áspera e incomoda.
No se siente como una caricia agradable y lo único que pasa veloz por su cabeza es que espera que Jungkook no se haya sentido así cuando le puso su palma sobre la mejilla.

Y sale de su estupor cuando le dice- vuelve a mi amor, nunca te haría daño - y eso es suficiente para empujarlo y así conseguir más espacio.

- Me golpeaste - le recrimina siento la ira invadir su cuerpo. Nunca se lo pudo recriminar, pero llegó el momento.

- No volverá a pasar - e intenta acercase a Seokjin, pero este retrocede sus pasos, no lo quiere cerca y tocándolo - fue un accidente me puse nervioso - tiene la osadía de decir como excusa.

- Tú y tu accidente pueden irse a la mierda, no te quiero cerca mío - y le sigue teniendo miedo, pero aun si no duda en amenazarlo, que sepa que no se dejara engañar por esas falsas palabras de amor.

Y puede ver como la expresión dulce cambia por una casi de enojo y aprovecha ese momento para agarrar los papeles de la mano ajena - ese niño no te hará feliz Seokjin. Yo se lo que te gusta y conozco cada una de tus preferencia - y Seokjin iba retrocediendo para salir de la oficina, pero no puede evitar preguntar.

- ¿Qué niño? - cree saber quien es y le da miedo que lo haya estado vigilando como para saber que es su amigo.

- El mocoso con el que andas para todos lados - y esa oración solo hace que su corazón comience a latir más rápido.

- No lo metas en esto - y si bien no hay una gran seguridad en sus palabras, espera que logre entender el mensaje.

- Seokjin solo quiere manipularte, sabes que vio el video - y sabe que Jungkook vio el video, pero intenta no pensar en eso cuando están juntos, el chico nunca lo ha mencionado y Seokjin es muy cobarde como para sacar a colación en tema - tú mismo lo escuchaste hablando de eso, no confíes en el - sabe que quiere que sea vulnerable, desconfíe y que se vuelva a quedar solo.

Y antes de que logre su cometido solo dice - me voy.

-¿Quien más te va amar como yo lo hago? - y de todo corazón espera nunca más conocer a alguien como él - ¿Quién te va a conocer y aun así quedarse a tu lado? - creo que lo conoce y eso solo hace sonreír a Seokjin.

- No finjas que me conoces - estaba enojado, indignado y quería gritarle, pero se estaba controlado lo mejor que podía - dices conocerme, pero hay un problema, ni yo me conozco - se reía sarcásticamente en su cara y lo deja ahí, sin esperar una respuesta y con los papeles ya firmados en su mano.

Salió de la oficina aún sintiendo en sus labios el beso que le había dado Soo-ah.
Un beso en el cual no sintió nada remotamente parecido al amor, ilusión y cariño que alguna vez sintió por él.

Solo sintió asco de que esos labios tocaran los suyos. Asco de que esas manos lo quisieran tocar y el solo pensar que estuvo tanto años tocándolo lo mareaba de sobremanera.

Era libre. Era jodidamente libre de Soo-ah. No volvería a él y solo ese pensamiento lo hizo olvidar su rabia momentánea y sintió como un gran peso se iba de sus hombros.

Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora