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Hace tanto dejó de ser un misterio el hecho de que me gusta Seokjin. Todos lo saben.
Mi madre se dio cuenta hace unas semanas luego de quedarme reiteras veces fuera de casa, Hoseok fue el primero en saber y me encargue de que Seokjin también lo supiera.

No parece ser un secreto para nadie y pensé que seria algo mas difícil de aceptar. Pero no lo fue, se sintió algo tan orgánico que solo paso y que probablemente no había alguna forma de evitarlo aun que quisiera.

¿Quién en su sano juicio no se enamoraría de Seokjin? es amable, empático, hermoso , inteligente y gracioso, podría describirlo por horas si se lo pidieran. 

La idea de que me guste y quizás no sea correspondido no me molesta, no me inquieta y no me hace sentir inseguro.

Porque se bien que aunque no me lo ha dicho, puedo ver lo feliz que es. Es un pensamiento egocéntrico.
¿Es feliz por mi? Por supuesto que no, es feliz porque decidió comenzar a dejar atrás toda la mierda que lo rodeaba y ahora es libre.
¿Soy parte de esa felicidad? Me gusta pensar que si.

Y no debería estar pensando en todo eso cuando mi misión es la de ordenar la mesa para traer las ensaladas que habíamos preparado en la cocina.

Y puedo escuchar como mi madre me llama desde la cocina y es ese mismo grito es el que hace que todas las miradas se giren hacia donde está aún con una fuente en la mano mirando embobado a Seokjin que había estado riendo al ver la competencia de baile entre Hoseok y su hermana.

Seokjin llegó hace menos de dos horas a su casa y ya se ganó a su madre y su hermana.
Literalmente su hermanita lo mira casi con corazones en los ojos  y lo arrastró hasta la sala de estar para que bailara con ella y Hoseok.

Además su hermana para nada silenciosa grito que si se parecía al principito y que Jungkook tenia razón al estar enamorado de él. 

Su madre por otro lado ya se encargo de sonrojarlo y avergonzarlo más de tres veces, contando historias horribles de su niñez.
También estuvo encanta de que Seokjin haya traído galletas y le pidió la receta para aprender hacerlas.

Jungkook esta feliz. Esta feliz de ver que todas las personas a su alrededor parecen estar disfrutando de esta noche.

- ¡Jungkook! - volvió a llamarlo su madre, pero está vez su voz sonaba cerca, demasiado cerca ¿Cuándo había llegado a su lado? - deja de mirar a Seokjin y ayúdame a traer las cosas - y no tuvo argumento para debatir, así que siendo avergonzado por cuarta vez en unas pocas horas camino hacia la cocina a buscar el resto de cosas.

Durante la cena no hubo momento de silencio. Todos parecían tener algo que decir.
Su hermana preguntarle cosas a Seokjin.
Su madre contar horrible historias que parecían que las tenía grabadas en su memoria porque los detalles que daba eran precisos.
Hoseok por otro lado ayudando a su madre con las historias y añadiendo datos desde su punto de vista.
Y Seokjin sólo riéndose y preguntado cosas.
No era una risa falsa y fingida. Esas las había aprendido a reconocer.
Esta era real, de verdad estaba disfrutando.

- ¿Qué películas veremos? - pregunta Seokjin llegando a la sala de estar con una taza de té que le había preparado su madre para que según ella a nadie le sentara mal la cena, pero que sólo Seokjin había aceptado.

Su casa no es grande. Todo parece estar demasiado cerca. Por lo mismo no hay mucho espacio en los sala de estar para los cincos, pero aún si se las arreglan para acomodarse frente al televisor y ver como Jungkook busca algún estreno para ver.

- Elegí la primera que salió - le susurra  como respuesta cuando las primeras letras comienzan aparecer en la televisión.

Y cómo respuesta Seokjin sólo asiente y presta toda su atención en la película y en los comentarios que Hoseok esta haciendo con su madre sobre lo mucho que le gusta una actriz.

Y la noche esta terminado cuando le confiesa a Seokjin que fue uno de sus mejores cumpleaños.
Tiene un imán con Seokjin. Cada vez que esta cerca le gusta ponerle alguna mano encima.
Un suave roce de brazos, acariciar sus dedos, abrazarlo, tocarle el pelo o repartir besos por su cuello como esta haciendo ahora mientras esperan el auto que llamaron hace unos minutos.

Durante todas las horas que estuvieron dentro de su casa no habían tenido mucho para estar juntos los dos, tampoco era como si hubieran buscado esos momentos, era un momento para disfrutar todos juntos. 

Pero aun así habían salido varios minutos antes a esperar el auto que había llamado Seokjin.

- Nada superará a la gran piñata de Pikachu que me regalo mi abuela y a la réplica del pastel de Matilda, pero este si o si esta dentro del top 3  - y quería contarle la historia tras la gran piñata que casi tenía su peso en dulces o del pastel chocolatoso que le compraron cuando tenía 8 años, pero todo eso quedó en su mente cuando Seokjin se giro entre sus brazos y le dio un beso en los labios.

El primero en la noche y no se había dado cuenta hasta ahora de lo mucho que se había acostumbrado a esos labios gorditos y suaves que se amoldaban  tan bien con los suyos que eran mucho más delgados. 

- Gracias por insistir para que venga, me divertí mucho. Me gustó conocer este lado de tu vida - sabe que su madre lo adoro, también sabe que su hermana quedó encantada con Seokjin y lo hace sentir bien que su entorno más cercano pudieran comprobar lo increíble que es.

- Eres bienvenido a mi vida - es una invitación que espera que no sea rechazada.
Una invitación de larga estancia a su casa, con su hermana y con su madre. Una invitación para ser parte de su vida de forma permanente.

- Quizás no me quiera ir de ella - Seokjin lo susurra tan bajito que agradece que estén tan cerca y así poder escuchar la respuesta.

- Espero que no te vayas - y no puede evitar la sonrisa en su cara, esta malditamente feliz.

Bésame Jeon le exige Seokjin.
Que lo llame por el apellido le recordó por instante al profesor Kim. Esa persona que no era para nada parecido a Seokjin.
Esa careta falsa que se aseguró de poner frente a todos y que ahora que Jungkook lo conoce sabe que no es ni la mitad de que lo pretendía demostrar.

Y lo besa porque no le negaría nada.
Y solo espera que su madre, Hoseok y su hermanita no estén mirando por la ventana.
Sabe que es muy posible que lo estén haciendo, pero eso no lo detiene de meter su lengua en la boca ajena y acercarlo más a su cuerpo.

Siente las manitos de Seokjin apretar su sudadera y como luego de unos minutos va bajando la intensidad del beso.

- Llego mi auto - avisa lo obvio. Ambos escucharon el auto que acaba de estacionarse frente a su casa. Pero eso no evita que lo suelte y lo tenga aún abrazado bien cerca de él.

- Avísame cuando estés en casa - y no quiere soltar su agarre.
Le gusta como Seokjin se siente en sus brazos, pero lo hace porque el chófer ya tocó la bocina una vez y no ve que tenga una cara muy amigable.
Así que le da un último beso y lo suelta.



Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora