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Esta de nuevo en esa oficina.
Ya no cuenta los minutos hasta irse, no mira el reloj cada dos minutos y se distrae mirando los certificados que están colgando en las paredes.

Cuando recién comenzó a venir lo hacía hasta 3 veces por semanas, después fue bajando y así fue como llegó a solo tener sesiones dos veces por mes. Desde eso ya había pasado un tiempo.

Ya no es una tortura tomar el autobús y pensar en lo que deberán hablar, los temas parecen salir solo y ya le tiene la confianza suficiente como para hablar de todo lo que ronda por su cabeza.

Y pensó que esta semana de verdad sería el día en que le dijera que ya no era necesario que viniera más, quizás citarlo cada tres meses, pero las palabras de su psicólogo fueron claras cuando le pregunto.

- Aún debo seguir viniendo - repitió más para sí mismo Seokjin. Se sentía bien, todo había quedado atrás, había cambiado, no le veía sentido a seguir sentándose así dos veces al mes.

- Son solos dos veces al mes, cada dos semanas - y lo dice lento y suave como suele hablar, no se imagina al hombre frente a él enojado o alterado parece que siempre está en modo zen.

- Pensé que estaba mejor - y no solo lo pensó, el propio hombre le había dicho que había mejorado mucho este último tiempo.

- Lo estás - también lo confirma y hace más énfasis al mover su cabeza en forma afirmativa y darle una pequeña sonrisa - y se que tú también lo notas - si ambos lo notan entonces ¿por qué seguir viniendo dos veces al mes? Se pregunta para sí mismo.

Y decide no decir nada, al final la hora se acabo, como siempre deberá ir a la recepcionista y pedirle que lo agende para dos semanas más, nada cambio.

- No te enojes Seokjin. Todo esto no se solucionará en un par de meses - y eso parece hundirlo más y no está enojado solo está cansado de no mejorar lo suficientemente rápido - no quiero desanimarte pero nos veremos por varios meses más - y para no querer desanimarlo es exactamente lo que hace.

- Es lento, soy lento - susurra agarrando su mochila que esta a sus pies.

- Pero lo estás haciendo bien - y le vuelve a dar una sonrisa y Seokjin intenta imitar la sonrisa antes de salir de la oficina y caminar hacia la recepcionista que lo recibe con alegría.

──❀•❀──

- ¿Por que no sientes pena por la ardilla que acaba de morir? - Jungkook puede parecer muchas veces despistado, pero al parecer cuando se trata de Seokjin no lo es.

Seokjin había estado algo distraído después de la sesión con el psicólogo y como siempre intento qué Jungkook no se diera cuenta, pero claramente no había funcionado al parecer su novio tenía un radar para darse cuenta cuando algo le molesta.

- Es un erizo - no había muerto una ardilla, era un erizo de mascota, pero desde que apareció en pantalla Jungkook no había dejado de llamarlo así.

- Estas distraído - afirma Jungkook y apaga la televisión.
Se levanta de su lado de la cama y se sienta sobre su regazo logrando que queden de frente mirándose.

- Estaba viendo - se queja, pero no quita a su novio y en su lugar lleva sus mano a la espalda de Jungkook donde comienza a dejar suaves caricias.

Jungkook es su cama ya es casi una constante. Suele quedarse varios días a la semana y ambos ya casi tiene una rutina. Cada uno tiene su lado, se ponen sus pijamas, ven algún capítulo de una serie y cuando ya van apagar todo Jungkook sube al gato para que duerman los tres juntos.

- Amas a vegas - le reprocha porque el chico parecía no olvidar que había dicho que era por lejos su personaje favorito - no tenias cara de embobado mientras lloraba por su ardilla, por lo que es una clara señal de que algo te pasa - y decide hablar.

Porque se eso se trata al final, hablar y sacar lo que tienes adentro, aquello que parece atormentarte y que al final no lo deja ni ver el capítulo de una serie tranquilo.

- ¿Crees que he cambiado desde que me conociste? - como pasa cada vez que quiere hablar no entrega un contexto, solo hace una pregunta y espera que todos entiendan a lo que se refiere. Sin duda es algo en lo que debe trabajar. 

- No se que decir - y espera por más respuesta porque sabe qué Jungkook está pensando en que decir - antes no te conocía así que solo veía lo que tú querías que viera - y si mira hacia atrás si puede ver ese cambio.

Dejaba que Soo-ah le gritara todo el tiempo, peleaban, se sentía insignificante y la mayoría del tiempo fingía ser alguien que no era para agradarle a los demás.
Odiaba tanto a la persona que había sido, era un gran recordatorio de lo que no quería ser de nuevo.

- Debo seguir yendo al psicólogo dos veces al mes - y agradece qué Jungkook no lo interrumpiera para decir te lo dije. Era lo que menos quería escuchar en este momento - ya no pienso en Soo-ah, me siento más confiado, no le veo sentido a volver... he pasado tantos meses en terapia.

- Puede durar años Seokjin - y la franqueza de Jungkook es  algo para lo que nunca está preparado, pero que si acepta como algo necesario - Jinnie no puedes arreglar en unos meses cosas que duraron años en ser normalizadas - y solo suspira antes de darle una respuesta.

- Pero me siento bien... mucho mejor que antes - quizás no todo el tiempo, pero si la mayoría del tiempo se sentía bien consigo mismo.

- Pero no siempre es así - y sabe que Jungkook no dará su brazo a vencer, más cuando se trata de terapia - no te enojes, pero sigues teniendo días en los que simplemente ves todo negro - y no tuvo energía para debatir eso ya que sabe que es cierto.

- Ya soy un adulto y mis papás siguen llamando todos los días, el otro día mi mamá me llamó 10 veces - y sabía que los padres siempre serían eso, entiende que pueden ser padres preocupados por su único hijo, pero ya no sabe cómo decirles que no es necesario que estén tan atentos.

- ¿Qué hay de malo en que alguien se preocupe por ti? - quizás el problema o lo que veía como un problema era que muchas veces se llegaba a sentir como un carga.

- Creo que el problema es que yo también quiero cuidar a las personas no siempre ser el cuidado - quiere que sus padres dejen de limitarse por estar todo el tiempo pendiente de él.

- Me cuidas a mi - lo contradice Jungkook y quiere decir que no es del todo cierto porque la mayoría de las veces es Jungkook quien carga con la mayor responsabilidad en la relación.

- Lo haces - sigue argumentado su novio como si acaba de leer su mente - me alimentas, me vas a buscar la universidad, me acompañas al paradero, me tratas bonito a mi y a mi familia. El otro día estaba triste por un descuento en el trabajo y me distrajiste hasta que simplemente lo olvide - enumera uno a uno los puntos levantando los dedos de su mano.

- Se llama ser un buen novio - y quizás en el fondo sabe qué Jungkook y su psicólogo tienen razón, solo que aún se niega aceptarlo.

- Se llama ser mi buen novio que ahora está refunfuñón pero que mañana se que despertará como nuevo - y Jungkook es tan cursi y pensó que eso jamás le gustaría, pero le gusta como reacciona su cuerpo cada vez que le dice lindas y amorosas palabras.
Y es besado por Jungkook que aprovecha que aún está sentando sobre él para abrazarlo y atraerlo hacia su pecho.

- Deja de seducirme - le susurra aún sin soltar el apretado abrazo que se están dando.

- Jamás - responde Jungkook, pero luego de unos minutos se separan y ambos saben que por hoy no hay más que hablar - ahora vamos a comenzar de nuevo el capítulo porque debes sufrir por la muerte de esa ardilla y disfrutar lo que viene después - le ordena Jungkook antes de volver a su lado de la cama y volver a encender la televisión.


Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora