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Arrancar en algunos casos no es sinónimo de cobardía.
O eso se empeñaba en decirse así mismo Seokjin.

Llevaba dos días arrancando de Soo-ah podía parecer poco, pero no verlo por más de 48 horas era un gran mérito si se pensaba que trabajan juntos.

Seokjin era malo en muchas cosas, no valía la pena nombrarlas, pero en lo que sí era bueno era en arrancar o ocultarse de los problemas y Soo-ah en estos momentos representaba problemas que no se sentía preparado para enfrentar.

Por lo mismo llevaba estos dos días ocupando un quincho abandonado que había encontrado hace un tiempo, de cuando le gustaba venir a ver a los animales de granja que estaban en el área de veterinaria.

Puede comprender porque decidieron cambiar el quincho y los asadores de carnes para otro lado, el olor animal de granja era fuerte y no debía ser agradable asar carne al frente de los animalitos o a esa conclusión había llegado Seokjin.

La verdad daba igual la razón para que estuviera desocupado, solo importaba que tenía un lugar donde estar tranquilo y donde nadie esperaría que estuviera.

Se podía llegar a decir que esta la presencia de los animales a una corta distancia lo tranquilizaba.

- Mamá estoy bien - era la quinta vez que se lo decía y si bien había estado llorando hace unos minutos ahora se sentía mucho más tranquilo - solo me hacía falta escuchar tu voz - le contestaba haciendo reír a su madre.

Le prometió por lo menos 3 veces que iría a cenar el viernes con ella y que la llamaría si le pasaba algo antes de que la mujer le permitiría cortar.

Y cuando lo hizo no pudo evitar recriminarse por tener siempre preocupado a sus padres, eso no podía seguir pasando, no podía seguir siendo una carga para ellos.

Debía enviar pruebas, revisar trabajos y leer un montón de libros, pero la verdad todo eso lo podía realizar desde su casa, por lo mismo luego de cortar la llamada comenzó a ordenar sus cosas. Hasta que sintió unos ruidosos pasos a su espalda y una voz conocida que lo saludaba - Hola profesor - tenía un radar para encontrarse con Jung por todos lados - creí verlo a la distancia - hablaba el chico mientras caminaba hasta ponerse al frente de Seokjin a unos dos metros de distancia.

- ¿Qué hace por aquí Jung? - el chico estaba vestido con ropa demasiado veraniega para la perspectiva de Seokjin que casi siempre tenía frío y andaba abrigado como si siempre fuera invierno.

- Hay caniles un poco más arriba con Jungkook paseamos los perros de vez en cuando - le explica el chico apuntado a la espalda de Seokjin donde había una cuesta empinada con varios árboles.

- ¿Caniles? - no pudo evitar la sorpresa y emoción en su voz y es que los perros eran una de su debilidad - cuando comencé en esta universidad había un montón de perros callejeros, ahora tiene sentido que no se vean tantos - razonaba más para sí mismo, pero su alumno siempre cortes asentía a sus palabras.

- ¿Les gustan los perros? - y por un momento pensó que era una pregunta un poco estúpida ¿a quién no le gustan? Hasta qué recordó que Soo-ah no le gustaban ningún tipo de animal.

- Bastante, tengo un gato, pero la verdad soy más de perro - cuando pequeño había tenido dos perritos que siempre recordaba con mucho cariño.

- ¿Quiere ir a verlos? - le proponía y debía decirle que no. No sabía que había más allá de la subida y los árboles, pero como es común en Seokjin ya se encontraba caminando con Jung Hoseok hacia donde estaban los perritos.

La verdad si estaba distante. Era grande y por lo que distinguía a la distancia había más de 8 celdas que estaban preparadas para hospedar a los perritos callejeros.

- No creo que debamos acercarnos más - le decía luciendo apenado Jung - ya hay varios encerrados y se podrán nerviosos por ver a alguien nuevo entrando - se intentaba justificar y agregaba un - no suelen ver mucha gente por aquí - le explicaba acercándose unos metros y comenzando a explicar a la distancia cual era cada perro y como había llegado al lugar.

- Hobi creí escuchar tu voz - esa voz también la conocía y era de Jeon Jungkook que venía casi siendo arrastrado por un perrito que corría con la lengua afuera.

- Me encontré con el profesor Kim - lo señalaba y lo único que recibió de Jeon era un movimiento de cabeza.

Y la verdad es que no miro a ninguno de los chicos por los próximos segundos ya que el perrito de lengua larga y orejas locas se acercó a su lado y comenzó a saltar para que le diera mimos y Seokjin no podía negarse a eso ante un perrito.

- Se llama Miel - escuchaba que decía Jeon mientras le daba más libertad a la correa para que pudieran jugar con más comodidad.

- Miel - le decía con su voz más aguda, que sólo ocupa cuando le habla a su gato - bonito nombre para una perrita tan linda como tú - le hablaba poniéndose de rodilla y recibiendo lengüetazos por su cara.

Se mantuvo por varios minutos acariciándola y jugando con la perrita escuchando como ambos chicos le contaban la historia de como había llegado hasta ahí.

Había sido hace casi dos meses cuando la habían traído para que la atendieran uno de los chicos que estudiaba veterinaria en la misma universidad.
La idea de los estudiantes en prácticas es atender a perritos a un costo más bajo y siendo supervisados por un profesor.
Funcionaba casi todas las veces bien, menos con Miel que su dueño la dejó ahí una mañana y nunca más volvió.

- Desgraciados - dijeron Seokjin y Jungkook a la vez cuando Jung había terminado de contar la historia.

- Creo que hora que me vaya - decía varios minutos más tarde cuando ambos chicos hablaban de lo que harían el fin de semana y del cumpleaños al que irían - gracias Jung necesitaba cariño perruno para terminar el día - le decía y veía como las mejillas de su estudiante se ponían rojas y balbuceaba un de nada entre tartamudeo.

Ambos chicos se quedaron mirando como el profesor se perdía entre los árboles hasta casi desaparecer ante su vista.

- Te gusta - esta vez Jungkook no preguntaba, era una afirmación - Es mi archienemigo - le recordaba.

- Es inteligente y lindo... Muy lindo - aceptaba su amigo que aun no dejaba de estar sonrojado - pero no se ve como alguien que necesite una relación en este momento... Estaba llorando - añadía suspirando aún mirando donde había desaparecido el docente.

- Miel debió morderlo - decía Jungkook viendo a la perrita traidora que ahora dormía a sus pies - ¿por qué lloraba? - decía preguntar aun que la verdad no le importaba mucho.

- Se que no te agrada, pero el bastardo fuiste tu Koo, tienes suerte que solo sea un reprobado - lo volvía a regañar Hoseok, esta ya era la cuarta vez que lo hacía - y no se porque lloraba... Quizás Kang - proponía no muy seguro el chico.

- Se dicen que no están juntos - eran rumores que venían hace días desde el interior de la carrera, pero nadie lo había logrado saber si eran ciertos.

- Ojala, el tipo es un asqueroso - y le sorprendió escuchar el rechazo en la voz de Hobi.

- Hoseok no los conoces de nada... A ninguno de los dos - se sentía en el deber de recordárselo, pero su amigo no contestó nada y comenzó a despertar a Miel para llevarla dentro del canil.

Teach Me ( KookJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora