Capítulo 31

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Hoy era el día, y seguramente el momento más emocionante e impredecible que había vivido hasta entonces. Eso no era para nada algo bueno, ya que era la vida de Zayn de la que estábamos hablando; una llena de altibajos y situaciones que nadie podría imaginar.

En un par de horas tendrían que tomar un avión con destino a Londres. Pero ahí estaban, en frente de la casa de Shazia, aunque en realidad se sentía como si estuviesen en un parque temático, a punto de entrar en la casa del terror donde diversas cosas podrían suceder. Cosas inesperadas y muy, muy asustadizas.

Shazia, a su lado, hesitaba. Apretaba los labios con fuerza, al igual que los puños cerrados. Pasó una mano por su baja espalda y la frotó, dándole ánimos, ella lo miró con pena en los ojos.

 —Será rápido.

—Eso no lo sabes— susurró entre dientes.

—Quizás no esté en casa, es jueves.

Shazia apretó más los labios hasta que sólo se pudo apreciar una fina línea, con la mirada fija en la grande construcción rodeada de propiedades.

—¿Con la suerte que tengo?— Bufó, girando la cabeza nuevamente— seguramente se tomó el día, o quizás esté de "luto" por mi muerte o algo por el estilo.

Pasó la vista de ella a la casa, siguiendo la trayectoria de su mirada. Todo se veía excesivamente tranquilo y quieto exceptuando a algunos trabajadores en el campo y un par de ventanas abiertas. Desde el exterior, todo parecía absolutamente normal bajo el sol mañanero y un par de nubes flotando por ahí y por allá..

—Tenemos que hacerlo, Shaz. Ahora.

Si habían esperado hasta el útimo día fue para huir con rapidez, para tan pronto tomar de ahí lo que necesitaban, poder salir corriendo, tomar el taxi que esperaba pacientemente un par de metros más allá y volar miles de kilómetros de distancia. No necesitaban pasar problemas innecesarios, ni arriesgarse más de lo necesario, por lo que desaparecerían del mapa cuanto antes. 

Shazia inspiró hondo, tomando las suficientes agallas para enfrentarse a uno de sus peores miedos. Desearía que fuera tan sencillo como entrar sin ser vista por la ventana de su habitación y recoger lo que le pertenecía, pero estaba en el segundo piso, y esto no era una película romántica donde tranquilamente podría subirse por una enredadera o una tubería, no. Bajo su ventana sólo había un liso muro. Y tampoco podía colarse, había demasiada gente en aquella inmensa casa, y seguramente la encerrarían y avisarían de su aparición sin un segundo pensamiento.

Esto los dejaban con una sola opción: llamar a la puerta y plantar cara. Por suerte tenía el apoyo y la seguridad que Zayn le proporcionaba con tan sólo su presencia, aquella seguridad que la amistad proporcionaba, pero que nunca pudo saborear.

Inspiró hondo, y tras un par de segundos más, comenzó a caminar, atravesando el portal y aproximándose hacia la puerta principal. Zayn a seguía un paso atrás, cauto pero atento. Sabía que tendría que entrar en acción en agún momento, y necesitaba estar atento.

—¿Estás preparada?

—Aunque lo estuviera, ¿qué otra opción me queda?

Apretó los labios en respuesta.

—Ninguna que merezca la pena.

Asintió, acomodó el pañuelo que cubría su cabello y llevó el dedo al timbre.

—Terminemos de una vez, entonces.

Pulsó, y los nervios comenzaron a causar estragos en la boca de su estómago, causándole ciertas náuseas, el moreno la intentó tranquilizar con suaves palabras antes de que la puerta comenzara a abrirse y al otro lado apareciera una mujer. Ésta, al verla abrió mucho los ojos, y se llevó la mano a la boca. Dijo algo que Zayn no entendió, y que Shazia respodió en el mismo idioma, pero que comprendió como un "hola, mamá".

Free me | zayn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora