Free me | zayn |

Capítulo 39

—No, Shazia... ¿Qué haces? Estás perdiendo el control... No, así tampoco, ¡cuidado! ¡Arriba! Dios mío, he cambiado de idea, para. ¡Para!

—¿Qué estoy haciendo mal?— Preguntó, nerviosa por todos sus gritos.

—¡Todo! ¿Puedes estarte quieta dos segundos para que pueda explicarte de qué diablos va esto?

—¡Es muy difícil!

—Me da igual. No quiero volver a empezar por tu culpa.

No hace caso, está demasiado mareada con todos esos personajes corriendo de un lado a otro, y Louis, al lado de Zayn, no puede evitar una sonrisa al verlos discutir de manera tan infantil.

—Suficiente. Voy a terminar la partida.

—¿Qué? ¡No! Ahora que le estaba pillando el truco— deja caer el control remoto sobre el puf y se cruza de brazos haciendo un puchero.

Zayn a su lado le lanza una mirada que da a entender que no siente pena alguna.

—Eres malísima en los videojuegos.

—¡Porque nunca jugué!

—Pues cuando aprendas volveremos a intentarlo.

—¿Y cómo diablos voy a aprender si no me dejas intentarlo?

Touché. El moreno mira a otro lado como si no hubiese escuchado nada, un poco fastidiado.

—¡Es solo un juego!

A estas alturas el castaño no pudo no intervenir, sintiendo pena por la pobre chica que se veía frustrada e indignada por la competitividad de Zayn. Al fin y al cabo parte de culpa fue de él por sugerir jugar a la Play.

—Vamos, Z, no lo estaba haciendo tan mal.

Miró a su amigo de reojo, sabiendo perfectamente que se estaba comportando como un idiota. Shazia le pasó el control de nuevo al ojizarco. Éste volvió a retomar la partida, intentando resolver el desastre que ella había hecho con su equipo. Zayn lo siguió, y pronto volvieron a estar ambos sumergidos en el juego.

—¿No iban a venir Alvin y Liam?— Preguntó tras diez minutos de partida.

—En teoría sí, creo. Quizás cambiaron de opinión.

—Ah.

Luego volvió a ser silencio y repiqueteo de botones, de vez en cuando algún comentario apenas murmurado sobre el juego. Shazia se quedó ahí, muda, como tonta ante sus comportamientos, sin entender nada. Ambos parecían a punto de ser engullidos por la enorme pantalla, cada uno con su cerveza, al que le daban un trago cada poco tiempo. No entendía muy bien lo que estaba pasando, en realidad. Cuando Zayn dijo que Louis se iba a pasar pensó que tendrían mucho que hablar, pero en cambio lo que hicieron fue tomar un par de latas y subir a la sala de juegos.

Suspiró, al menos hizo el intento de ponerse en su lugar y entender qué era tan divertido en pasarse el balón, marcar goles e insultarse cada vez que uno hacía un movimiento que dejaba al otro en evidencia. Decidió pasar, dejándolos en su tarde de chicos, y bajó a buscar alguna otra cosa con el que pudiese matar el rato.

La verdad es que llevaba ya seis días encerrada en casa. Tan solo habían salido cuando fueron a pasear por los alrededores ayer por la tarde. En realidad fue más bien algo como "corre ahora que no hay nadie que nos vea" hasta dar a una zona deshabitada, que asemejaba un paseo poco frecuentado situado en la zona trasera de la casa de Zayn. Hablaba muy en serio cuando decía que vivía a las afueras.

Ella se estaba muriendo de impaciencia por poder ver Londres, los museos, edificios culturales, conocer lugares nuevos, ¡incluso ir a alguna aldea rodeado de verde y río! Quería vivir la vida que siempre había soñado y que Zayn le había prometido que tendría. Sabía que debía de hablarlo con él, pero cada vez que se animaba terminaba reculando, pensando en que quizás no contaba con el tiempo, en no ser el momento oportuno, o que aún no se encontraba con el ánimo suficiente. A ella no le importaba tanto, era paciente, pero estaba comenzando a aburrirse, y nada emocionante pasaba.