Capítulo 90

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Nunca antes se había encontrado en una situación similar. No tuvo que pensar en si estaba bien o mal, si era lo correcto, si merecería la pena, si se arrepentiría de sus acciones más adelante. Nunca, porque solo había habido una persona en su vida con la que llegó a experimentar aquellos sentimientos. Solo una por la que había sentido lo que sentía ahora. 

El deseo, un fuego en la parte más baja de tu estómago comenzando a formarse chispa tras chispa. Fue algo que solo había sentido por Zayn, por aquellos vibrantes ojos acaramelados que veían más allá de lo que ella nunca llegó a imaginar.  Recordó la primera vez que había sentido ese deseo recorriendo sus venas, calentándola hasta las puntas de los pies. Había sido meses atrás, cobijados en una cálida habitación de hotel. Había sido único, y nunca llegó a pensar que se podría acostumbrar a sentirse tan deseada, a ansiar el calor humano con tanta avidez.

Cuando estaba con él era como si experimentase la misma tentación que tener tu comida preferida delante tuya y querer llevártelo a la boca y degustarlo con los ojos cerrados, saboreando cada ingrediente, satisfaciendo su apetito con tanto agrado. Pero a veces no funcionaba así, sea porque comer lo mismo todos los días puede llegar a ser abrumador, porque simplemente no tengas los ingredientes a mano... Pero hay otros alimentos que te hacen la boca agua, tentadores, esperando a que los engullas. No está en lo más alto de la lista, pero está en una posición decente.

En ese momento, Shazia comparó a Kyle con el chocolate. A todo el mundo le gusta, es algo con lo que nunca puedes fallar. Te satisface, porque hay algo en él que es adictivo. 

Así semejaba ser el chico rubio para ella aquella noche, mientras se besaban apasionadamente rodeados de centenas de sudorosas y ebrias personas que bailaban y cantaban al son de la música, importándoles más bien poco las parejas montando una escena a su alrededor.

No quería dejarlo ir, a pesar de que su subconsciente le gritase al oído que parase el carro, que esto no iba a solucionar nada. Pero, ¿qué si lo hacía? ¿Qué si su pequeño yo sabelotodo que golpeteaba impacientemente el pie sobre su hombro, reajustando sus gafas de pasta negra, estuviese equivocada? Quizás fuese justo esto lo que necesitaba para pasar página... O a lo mejor estuviese en lo equivocado, y eso la hacía recular. Pero a pesar de todo, las palabras de Lynn se repetían por encima de su subconsciente, animándola.

Por ello, a lo largo que la noche continuaba, intentaba echarle agallas al asunto y salir de su zona de confort. Convenciéndose de que ya no estaba con él para sentirse culpable de nada. Como había dicho Fahim, en su vida era ella quien tomaba las riendas. Además, fue Zayn quien la alejó de su lado.

"Ve a por ello, ¿de qué tienes tanto miedo?" Gritó una voz desde lo más profundo de su mente. "¿No saliste de casa para pasar un buen rato? No se te puede presentar mejor oportunidad que esta". "Ese imbécil no se merece que te pases la vida preocupándote por él. Tuvo su oportunidad de comunicarse contigo, y ya sabemos como ha terminado eso".

Cerró los ojos con fuerza, volviendo a atrapar sus labios en otro fugaz beso.

***

—¿Por qué te quedas mirando?

Calvin se posicionó junto su amigo, que veía la escena desde la zona VIP del lugar, dándole sorbos a su mezcla pensativamente.

— No veo por qué tenga que hacer nada.

— Es la chica de Zayn...

—Era— corrigió.— No soy su ángel protector, Calvin. Es su vida, puede hacer lo que quiera.

Se encogió de hombros. Girándose sobre sus talones, comenzó a caminar hacia la salida, cansado del pesado ambiente. Su cuerpo pedía nicotina e, irónicamente, aire fresco. Su amigo lo siguió.

Free me | zayn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora