Un leve temblor, junto a un único y fuerte pitido despertaron a Zayn. Que asustado, por inercia tomó la mano de Perrie a su lado, sobre el reposa-brazos. Uno de los pilotos comunicó por los altavoces que entraron en área de turbulencias y que por favor, abrochasen los cinturones de seguridad. Las azafatas arrastraron con dificultad el carrito de bebidas hacia el fondo del avión, asegurándose de que nada cayese sobre los viajeros.
No es que Zayn le tuviese pánico a los vuelos, pero sí cierto respeto. Y aún ahora, después de haber viajado tantas veces, seguía asustándose cada vez que un fuerte viento azotaba el vehículo. Sabía a la perfección que nada malo iría a pasar, pero era psicológico. Su conclusión final, después de habérselo pensado por muchas horas es haber visto demasiadas películas de pequeño. Eso le dijo su día a los chicos, que habían reído estrepitosamente de su respuesta, años atrás.
No había sido hasta ahora que se percató de que la mano que sujetaba no era la de su ex; sino la de una adolescente de la cual no se había percatado se sentó a su vera, ya que tan pronto se subió al avión, se había quedado dormido. Apartó la mano avergonzado. No por la acción, sino por quién pensó que era. Supuso que haber estado tanto tiempo con Perrie y el haber sido un apoyo moral muy importante en el pasado no se desvanecería de un día para otro. Por muy superada que tuviese la ruptura.
Una cosa debía de admitir. Y es que, hasta aquel día en el que la había pillado entre los brazos de otro hombre, Perrie había sido una buena novia. Una buena novia que lo arruinó todo. Y aunque su amor ya se había gastado por no cuidarlo debidamente, si no hubiese hecho lo que hizo, seguramente hubiesen solucionado todo y dentro de unos meses estarían juntos sobre el altar. Como habían planeado hace tanto tiempo. Ignorarían las críticas de que eran muy jóvenes para casarse. Pero ahora que había tenido tiempo para pensar, Zayn se dio cuenta de que realmente habría sido una total locura hacerlo.
Ahora nadie está ahí para calmarlo y apoyarlo. Está solo, él solo se propuso a vivir la aventura de su vida. La que quiso cumplir desde que tenía razón de ser.
—Lo siento— murmuró al ver que aquella muchacha lo seguía observando tímidamente tras unas grandes gafas de color granate.
La chica, que rondaba sobre los dieciséis años, semejaba estar muy nerviosa. La pobre se subió al avión tranquila, buscando un asiento libre lejos de su vergonzosa familia. Sólo para encontrarse que su lugar asignado era ni más ni menos que al lado de uno de sus grandes ídolos. ¿Quién no soñó nunca con una cosa así?
Se recompuso demasiado tarde. Zayn se había dado cuenta de su influencia sobre ella. No le dio mucha importancia, con tal de que sea una fan silenciosa no había problema para él. Le gustaban sus fans.
—Todos le tenemos miedo a algo—se encogió de hombros ella, intentando aparentar normal.
—No... No le tengo miedo a volar— frunció el ceño. No le gustaba ser visto como cobarde— sólo... Respeto.
Sin poder evitarlo se rió. Le hizo gracia su expresión, y que se pusiera tan a la defensiva. Aunque también puede ser por tantas bromas de Zayn enfadado que circulaban por Internet. O una mezcla ambas. Era lo que más le gustaba: las ingeniosas ideas que la gente subía sobre ellos.
—Entonces, chico con "respeto" a los aviones. ¿A qué le tienes realmente miedo?
Esa pregunta lo pilló desprevenido. ¿Quién diría que una persona menor que él le haría una pregunta que él mismo temía contestar? Zayn siempre se creyó un chico sin miedos, sin temores. Sino fuerte y valiente. Pero fue hace poco que se dio cuenta de que sí había algo a lo que le temía, algo que vivió de primera mano, y que la chica de lentes le hiciese planteárselo otra vez, más seriamente. Solo lo hizo sacarlo del engaño en el que vivía.

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Free me | zayn |
Fiksi PenggemarFebrero 2015 - Enero 2017 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ESTA TERMINANTEMENTE PROHIBIDA SU COPIA, REPRODUCCIÓN, CAMBIO DE NOMBRE O CUALQUIER OTRA COSA. Y SI SE QUIERE TRADUCIR, PEDIR PERMISO.