Aquella tarde fue una tarde solitaria. No había nadie en casa. Esta situación se daba muy pocas veces, y ahora que Shazia vivía con él, eran aún menos frecuentes. No sabía si aquel repentino vacío en la casa le agradaba o si empezaría a contar los minutos hasta que volviese.
Aquello era extraño porque solía disfrutar de la soledad. Zayn era todo lo contrario a aquellas personas que necesitaban siempre alguien a su alrededor. Disfrutaba de aquellos momentos que podía sacar para sí mismo, pero se sentía extraño porque había pasado tanto tiempo en su compañía que comenzaba a ser costumbre para él. Su presencia distinta, no era ruidosa y llamativa como la flamante personalidad de Louis o Perrie, o la gran mayoría de sus amigos.
Decidió que lo que sucedía era que estaba sufriendo su periodo masculino, aquel que sus hermanas habían conseguido contagiar tras tantos años sufriendo con ellas sus cambios de humor y constante tensión.
No hacer nada tampoco ayudaba. Tirado en el suelo de la sala de los graffitis, con el bloc lleno de esbozos abandonado a un lado tras garabatear en él por un rato mientras se limitaba a mirar el techo con las manos cruzabas bajo la cabeza pensando en nada. Sintió ganas de hacer algo, pero, ¿qué? Tras la puerta se escuchó un llanto, y luego el sonido de unas garras rascando la puerta que en un inicio fue blanca. Soltó un suspiro, pero aún así se puso en pie, abriéndole al animal de pelaje gris.
—¿Tú también te aburres, preciosa?— la perra movió la cola con energía, aceptando con gusto las caricias de bienvenida— eh, no, ¡abajo Harley!
Si no acabó en el suelo fue porque pudo apartarse justo a tiempo. Era fuerte, y la pobre no se daba cuenta de que era capaz de hacer daño con acciones como estas. Pero al escuchar su tono demandante reculó inmediatamente, lanzándole una mirada de ojos brillantes y tristes.
— Está bien— le dio unas palmaditas en la cabeza— vamos.
Salieron de la habitación y Zayn entreabrió la puerta corrediza para que Harley pudiese entrar y salir las veces que quisiera al jardín. Pero ella tenía otros planes, comenzando a seguirlo por toda la casa. Puso música, y tras decidir que realmente no había nada que hacer y que no le apetecía pasarse la tarde arriba jugando a los videojuegos, se le ocurrió la idea de que quizás podría preparar una buena comida para Shazia. Siempre era ella la que la preparaba, y aunque ella le dijese que eso era algo que le gustaba mucho hacer, pensó que sería un bonito detalle devolver el gesto, aunque estuviese lejos de poder decirse que era un buen cocinero.
— ¿No suena como buen plan?—Preguntó a su inseparable compañía— creo que le gustará.
Tan solo eran las tres de la tarde, pero comenzó mirar recetas en su móvil de todos modos, en busca algo sencillo, pero que pudiese mantenerlo ocupado parte de la tarde.
Preparaba la masa para una quiche, tarareando una canción que se colaba de lo altavoces instalados por gran parte de la casa cuando llamaron al timbre. Aquello lo extrañó bastante, dado que no esperaba a nadie, y aun quedaban horas para que Shazia llegase. Lo hizo sospechar, podría ser cualquiera y desde hacía un tiempo desconfiaba de las visitas inesperadas. Pero aún así fue a la entrada y echó un vistazo por la pantalla de telefonillo.
Su sorpresa fue tan grande que se quedó petrificado por unos segundos antes de darle al botón que abría el portal de seguridad. Antes de que pudiese llamar a la puerta, el moreno ya la estaba abriendo.
— Tío, espero que eso que tienes en la cara sea harina.
Zayn se frotó la barba, manchada de polvo blanco.
—De la mejor, ¿quieres un poco?
Jawaad sonrió, abrazándolo con tanto entusiasmo que prácticamente lo levantó del suelo.
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Free me | zayn |
FanfictionFebrero 2015 - Enero 2017 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ESTA TERMINANTEMENTE PROHIBIDA SU COPIA, REPRODUCCIÓN, CAMBIO DE NOMBRE O CUALQUIER OTRA COSA. Y SI SE QUIERE TRADUCIR, PEDIR PERMISO.