Free me | zayn |

Capítulo 33

A pesar del agotamiento del viaje, no tenía sueño, y eran pasadas las dos de la madrugada ya. Su cama se sentía extraña tras estar tanto tiempo sin utilizarla, y los pies fríos tampoco ayudaban, invadiéndolo con una sensación molesta.

Decidió, a pesar de lo mucho que se iba a arrepentir, revisar Twitter. Necesitaba saber si las fotos del mediodía se habían filtrado ya, así que se metió en un par de cuentas al azar. En efecto, había muchísimas imágenes de él y Shazia saliendo del aeropuerto. Las revisó todas y por suerte, ninguna revelaba el rostro de su acompañante.

No era que se avergonzara de ella, no se trataba de eso. Sino de que no quería que todo se precipitase, no quería conclusiones, ni una discusión más fuerte de la que tendrá ya con sus jefes, y que nadie la reconociese si llegasen a verla en algún sitio. Todo esto será nuevo para ella, y en cuanto a menos presión estuviese sometida, más disfrutará de su nueva vida. Las reacciones serán múltiples, y no sabía cómo respondería a ellas.

Shazia era fuerte, eso era un hecho, pero no estar incluída en todo este comercio en el que él trabajaba haría su vida mucho más llevadera. Lo malo es que no entraba en sus planes dejarla ir para que eso se cumpliese al cien por cien, así que haría lo que hiciese falta para encontrar un plan intermedio. Ahora mismo era su mayor apoyo, y la necesitaba junto a él.

Sabía que con todo esto estaba siendo egoísta, "guardándosela" para él, y sabía que si todo continúa por el camino que habían ido dibujando, su relación se definiría con más y mas claridad con el transcurso del tiempo. Aquella idea lo emocionaba y lo asustaba al mismo tiempo, pero también era consciente que Shazia lo tenía comiendo de la palma de su mano, y que haría todo lo que le fuese posible para darle lo que ella necesitara, y eso incluía tanto cosas materiales como emocionales. Si mañana le dijese que se quería ir para buscarse la vida por su propia cuenta, aceptaría aquel hecho sin rechistar, aunque intentará que eso nunca suceda de todos los modos posibles.

Ser justo con ella, eso es lo que necesitaba. ¿Por qué sonaba todo tan contradictorio? Darle todo, pero ser justo. Quererla a su lado, pero dejarla ir si así lo quisiese. Ocultarla de su duro pero maravilloso mundo, manteniéndola a su lado. Tan sólo la conocía de tres semanas, y ya podía contestar con seguridad que había un obvio sentimiento por ella creciendo cada vez más, madurando hasta poder ser definido con claridad.

Estaba divagando hasta el punto de la tediosidad, y sólo conseguía llenar su cabeza con más y más dudas, al que se le unían las preocupaciones de a reunión que debería de haber tenido hoy pero que finalmente se atrasó al día siguiente, cosa que agradeció de corazón.

Volvió a revisar la hora y soltó un suspiro: las tres menos cuarto de la madrugada. Se puso en pie son molestarse en calzar sus pies helados. Salió de su cuarto y caminó un par de metros por el vacío pasillo. La soledad general le recordó que debía de recoger sus mascotas. Pero, ¿quién demonios las tenía? ¿Perrie? ¿Doniya? ¿Desde cuando había sido tan irresponsable hasta el nivel de no tener ni idea? Se sintió mal por ellos.

Parado en frente de la habitación que Shazia escogió, que ella mismo escogió, dudó en entrar o no. Sólo quería asegurarse de que estuviera todo bien. Inspiró una vez y cuidadosamente bajó la manilla y asomó la cabeza.

Las luces estaban apagadas, pero podía apreciar su silueta acostada sobre la cama. Estaba tranquilamente dormida, sin demonios nocturnos que la acosasen. Se alegró ver que las pesadillas la dejaron en paz aquella noche. Pudo pasar otra media hora observándola hasta que decidió que debía volver a dormir, o al menos intentarlo, así que volvió a cerrar con la misma sutileza y desapareció en la oscuridad del pasillo.

***

-Shaz.

Alguien sacudió su brazo sutilmente. Refunfuñó en respuesta, dándose la vuelta y envoviéndose mejor en aquellas sábanas que olían a gloria.