Capítulo 20

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Todo índice de mal tiempo se fue tan rápido como vino, y el sol entraba directo y de manera bastante molesta al interior del cuarto de Shazia, que buscaba pacientemente entre las listas de películas incluidas en uno de los cientos de aplicaciones que poseía el moderno y plano televisor en frente a su gigante cama. Se exasperó de buscando y buscando entre películas nuevas y que no le interesaban mucho, ya que en gran parte de las portadas los protagonistas acarreaban armas de todo tipo o había explosiones y coches de fondo, por lo que terminó escribiendo el nombre de su película preferida en una búsqueda directa.

Esperó a que Zayn volviese a aparecer con su manzanilla y algo de desayunar para él, como había anunciado un par de minutos atrás extrañamente nervioso. Comenzaba a sentirse algo mejor, pero el nudo en el estómago seguía estando presente. Se puso en pie y cerró las cortinas translúcidas para que la luz pasase sin tanta intensidad, estiró las sábanas, ahora impregnadas de un masculino perfume. Se vistió cómodamente con unos shorts deportivos y una camisa de manga sisa blanca y fue al baño a asearse mínimamente, lavándose la cara, ajustando la coleta y cepillándose los dientes. Para cuando volvió a la anterior estancia, Zayn ya estaba esperando, sentado en el borde de la cama con una bandeja sobre sus rodillas, observando con cierta curiosidad la imagen que emitía el televisor.

–¿El club de los poetas muertos? – Preguntó mientras ella se sentaba al otro lado de la cama, apoyando la espalda entre centenares de cojines y el cabecero.

–Es mi película preferida. – Respondió encogiéndose de hombros, pero con ganas de compartir con él algo que tanto la fascinaba.

–Nunca la he visto– se disculpó, dándole el primer mordisco a su croissant y pasándole la manzanilla y un plato de tostadas con mermelada de naranja.

–Te encantará– su entusiasmo era visible, aun cuando le hizo una mueca a las tostadas. De todos modos las tomó y las dejó sobre la mesilla de noche, dándole un sorbo a su infusión.

–Parece muy triste.

–Lo es.

–¿De qué trata?

–Sobre unos chicos que forman un club...– Zayn le puso cara de "creo que eso es obvio", y ella sonrió contra el borde de la taza humeante– Es muy bonita, y me siento identificada con el protagonista en muchos aspectos. Siempre quise leerme el libro, pero Fahim nunca lo encontró para mí– finalizó con una mueca de pena.

La observó sin saber muy bien qué decir, aun masticando su segundo bocado que ayudó a bajar con un trago de café. Cogió el mando y le dio al play, más curioso que antes por saber en qué podría sentirse identificada. La película tendría unos veinte años de ser filmada, y el escenario era un colegio privado masculino. Quería preguntarle qué podría tener ella en común con todo aquello, pero ya se había metido de pleno en la película, piernas cruzadas y espalda hacia delante mientras tomaba cautelosamente su taza entre ambas manos. Supo reconocer caras muy famosas y rejuvenecidas en cuanto empezó a prestar atención, y después de diez minutos, la película sedujo por completo también a Zayn.

La mañana fue pasando sin que se dieran realmente cuenta, y tras dos horas de filme, ya era pasado mediodía. A Shazia le encantó verlo tan ensimismado con algo que ella admiraba, y como siempre que llegaba al final, tuvo que contener las lágrimas de pena que éste le causaba. Durante este tiempo se vio capaz de comerse una de las dos tostadas que había traído para ella, y el dolor de estómago había prácticamente desaparecido.

Se tumbó, estirando sus extremidades agarrotadas y llevándose las sábanas con ella. Estiró la cabeza y vio el moreno mirando fijamente los créditos finales, en trance.

–¿Te gustó? – Finalmente preguntó, llamando su atención palmeando su rodilla, que estaba prácticamente al lado de su cara. El chico parpadeó un par de veces.

Free me | zayn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora