Última canción de la noche, la euforia era tan palpable que si extendiese la mano seguramente podría notarla, cosquilleándole en la punta de los dedos. Quizás no fuese su melodía preferida, pero el hecho de ver a decenas de miles de personas cantando a compás de la canción, bailando con las manos en alto, la hacía mucho mejor.
Tomó asiento junto a Louis, que lo llamaba sacudiendo la mano. Se estaba riendo, un cartel, supuso. Estaba en lo cierto, le susurró lo que él leía pero Zayn no podía divisar. Ambos rieron, y luego hicieron como si nada hubiese pasado, poniendo un rostro serio e inexpresivo cuando Liam se acercó, curioso por saber.
El ojizarco se puso en pie cuando llegaron sus líneas, alejándose de ellos, y lo mismo hizo Zayn, dejando a su compañero solo. Se había echo rutina enfadarlo, así que se acercó a Harry mientras llegaban a las notas finales. Quería terminar ya, estaba muriéndose del calor con esa cazadora de cuero, sentía el sudor bajar por su nuca.
—It was the best song ever. — Remató con un agudo, llevándose la mano libre al pecho. Más gritos.
Lanzó un beso al aire, sonriéndole al azar a una niña que agitaba con euforia su pancarta. Oyó a Harry soltar algún cumplido sobre la ciudad, el estadio y la gente, pero desconectó tan pronto comenzó a desandar el pasillo que los llevaba al backstage escoltados por la euforia de la gente y la adrenalina de estar rodeado de tantas fans gritando su nombre.
Dejó el micrófono sobre la mesa de sonido, contestando con un par de orgullosas sonrisas a la gente que los felicitaba por su buen trabajo. Quizás fuese siempre la misma rutina, las mismas canciones en distintos lugares, pero cuando un concierto salía bien, sin ningún tipo de inconvenientes como fallos técnicos o alguna fan que tenía que ser retirada por desmayos, no podía no sentirse bien.
Si todas las noches fuesen así...
En cero coma se deshizo de la pegajosa cazadora, lanzándola a un lado sin prestar atención.
— Genial, ahora soy la chacha—se giró para ver a Lynn con cara de enfado y dicha prenda entre sus manos.
—Lo siento—se disculpó rápidamente, porque a su lado divisó a Shazia con una enorme sonrisa dibujada en su rostro. Imitó su gesto por inercia, atrapándola en un abrazo.
—Buen concierto—felicitó, pasando los brazos por sus hombros.
—Buen beso—respondió, sintiendo una risa retumbar en el pecho de la muchacha.
—Hmm...
—Me encanta hacer de sujetavelas—la asiática sonrió irónicamente, lanzándole la cazadora de vuelta, que aterrizó cubriéndole la cabeza a ambos —tú chaqueta, tú problema.—Se fue, dejándolos solos.
Shazia hizo una mueca, apartándola rápidamente, lo que le causó cierta gracia al chico.
—Hay chicas que matarían por esa cazadora, ¿sabes?
—Como he dicho con anterioridad, a mí no me interesa.—Sacó la lengua, y Zayn rió aún más. Ese gesto le llenó el pecho de calidez.
No es que Zayn no fuese un chico risueño, pero verlo con ese brillo en los ojos no era una cosa que pasase con frecuencia. La mayoría de las veces se ensimismaba tanto en venenosos pensamientos que podía arruinarle el resto del día, y eso no había pasado desde hace un par de semanas ya. Lo abrazó por segunda vez, tan fuerte y tan rápido que lo desestabilizó por un momento antes de poder devolverle el gesto.
—Te ves feliz—le susurró en el oído. Dejó un beso sobre el lóbulo, adornado con un aro y un pendiente. Había algo en esos adornos que hacía que se lo imaginase en un disfraz de pirata, y en su imaginación el conjunto le quedaba a a perfección.
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Free me | zayn |
أدب الهواةFebrero 2015 - Enero 2017 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ESTA TERMINANTEMENTE PROHIBIDA SU COPIA, REPRODUCCIÓN, CAMBIO DE NOMBRE O CUALQUIER OTRA COSA. Y SI SE QUIERE TRADUCIR, PEDIR PERMISO.