Free me | zayn |

Capítulo 78

  —5...

La rodeó por la cintura, atrayendo su menudo y cálido cuerpo a la parte delantera del suyo.

  —4...

Hacía frío pero el ambiente era cálido. Desenterró el rostro de su bufanda, acercando los labios a su oído, uniéndose a la cuenta atrás.

—3...

Ella le sonrió, entrelazando manos enguantadas. Desde su zona podían ver a un par de presentadores sonriéndoles a la cámara, comentando algo que solo podían escuchar en casa.

—2...

Gente observaba expectante los números digitales proyectados en el ayuntamiento de la ciudad, botellas de champán preparados para ser descorchados. Por primera vez, la atención no estaba en él.

  —1...

Tomó a Shazia por la barbilla, juntando sus labios en un fugaz beso a la vez que espectadores a su alrededor gritaba en euforia.

  — ¡Gelukkig nieuw jaar! 

Mano fue posada sobre su mejilla, profundizando el contacto de húmedos labios ligeramente alcoholizados. Fuegos artificiales fueron lanzados al aire.

  — Feliz año nuevo, Zayn— murmuró sobre su piel.

Un corcho aterrizó sobre su cabeza antes de que pudiese emular sus palabras.

—¡Ouch!— Se frotó la zona afectada, ganando una divertida carcajada de la chica entre sus brazos. Pellizcó su mejilla, fingiendo fastidio antes de reír con ella, deseándole un feliz año contra su oreja.

Segundos después se les fue ofrecidas un par de copas de champán que aceptaron alegremente, fascinados con el show de colores sobre sus cabezas y los aullidos de alegría y felicidad a su alrededor. Shazia se apoyó contra él, observando con curiosidad desde el balcón en el que se encontraban a un grupo de amigos que agitaban botellas de champán, empapándose, ignorando el helador frío de la invernal noche, abriendo la boca, intentando beber la espumosa bebida que caía sobre ellos.

Una parte de ella desearía estar entre la gente de la plaza, pero sabía que estaba fuera de su alcance. No estando con Zayn. La otra parte no daba una mierda justo por eso. La hacía suficientemente feliz para ignorar pequeños ojalás como experimentar ir en la segunda planta de un autobús, o en este caso, celebrar entre las miles de personas bajo sus pies. Si estar con Zayn significaba no poder mezclarse entre grandes multitudes sin tener al menos tres guardaespaldas respirando sobre su nuca, que así fuese. No le importaba.

Se inclinó sobre la barandilla, arrastrando al chico con él dado que seguía con un brazo alrededor de su cintura. Ahora que lo pensaba, verlo desde ahí tampoco tenía nada de malo, la perspectiva era mucho más amplia, estudiando cada situación con mirada de águila.

  — Podremos salir cuando se apacigüe un poco— aseguró. A veces le daba escalofríos que supiese lo que pasaba por su mente. Sobre todo siendo él tan difícil de leer. Podría saber perfectamente lo que sentía, poca veces encontraría relación con lo que podría estar pensando.

—Me gusta estar aquí— sonrió con sinceridad.

— Ya, pero también te gustaría estar abajo, ¿verdad?— No lo negó— siendo sincero yo también, esta gente es muy aburrida— susurró, refiriéndose al grupo de personas que los rodeaban en aquella fiesta privada.

  — Pero hay gente que conoces— recalcó.

— Vagamente— soltó un suspiro, su cuerpo se sintió más pesado— como casi a todos: vagamente.