Free me | zayn |

Capítulo 99

— Hola, chicos.

Louis, Harry y Niall saludaron a distintos tiempos, los dos últimos haciéndose a un lado, dándole espacio a la muchacha para que pudiese incorporar otra silla.

— ¿Qué tal estás?— Preguntó el rizado con una sonrisa de bienvenida.

Suspiró, apartando el cabello tras la oreja. Antes de contestar encargó al camarero que se acercaba un té verde. La cafetería del hotel estaba bastante lleno a ea hora, pero se encontraban rodeados de seguridad, y lo suficientemente lejos para que oídos no bienvenidos cotilleasen la conversación.

— Bien, un poco cansada. Sigo sufriendo de jet lag.— Se encogió de hombros, quitándole importancia.— ¿Dónde está Liam?

— Está sufriendo sus propios problemas personales— contestó Louis, removiendo en su café a medio beber.

— Pero... necesito discutir esto con todos vosotros—sonaba preocupada, al igual que en el teléfono, cuando los había llamado para decirles que tenía algo muy importante que decirles. A todos ellos.

— No te preocupes, le pasaré el mensaje— alentó con una sonrisa.

Le lanzó una mirada, no muy segura de si fuese algo que simplemente pudiese "pasar". Se sentía más bien como si fuese a abrir un debate que podría durar horas y no llegar a una conclusión. Tanto fuese por opiniones opuestas o por falta de tiempo.

Pasó un minuto en el que hablaron sobre pequeñas irrelevancias hasta que el camarero llegó con su pedido, acompañado de unas galletas que dejó de lado, comenzando a remover la redecilla que contenía el té. Observó a los tres muchachos, que esperaban pacientemente a que comenzase. Harry seguramente había ido al gimnasio y luego tomado una ducha, como casi todas las mañanas. Mientras que los otros dos tenían facciones de haber despertado hace menos de media hora.

— ¿Cuánto tiempo va a durar la pausa de suspense?— Preguntó con tono bromista el rubio en un intento de romper el hielo.

— Perdón, es que es un tema complejo— musitó, llevándose la taza a los labios tras soplar un par de veces. Bajo la mesa su pierna derecha no paraba de moverse. Arriba y abajo, causando que toda ella temblase ligeramente.

—¿Qué tal si comienzas diciendo qué tal se encuentra? No lo hemos visto prácticamente desde que llegaste— sugirió el rizado.

— No era mi intención...

— Oh, no. No quería que sonase así— alzó las manos, negando con la cabeza repetidamente.—Me refiero a que has estado a su lado todo el tiempo. Eso es bueno, que tenga a alguien que pueda tener un ojo sobre él. Lo necesita.

— Ah. Ya— sonrió pensativamente— está... Mejor, supongo. Al menos habla. De vez en cuando. Pero es triste verlo así.

— ¿Está comiendo bien?— Preguntó Louis.

— Lo suficiente.

El castaño asintió.

—Él...

Se calló. Tenía la atención de todos. No sabía si debería de ir al grano o tantear un poco más el terreno.

— Dilo, Shaz— animó Louis, que ya presentía lo que estaba por venir.

— Necesita ir a un psicólogo— dijo al fin. Estudió sus rostros, pero no había nada ahí, simplemente asintieron en comprensión. Eso ya lo sabían.

— Claro— dijo Niall—como que tengamos que pagarle más para que venga con nosotros y...

Pero Shazia negó, cortándolo en medio de la frase.