Debía de ser muy entrada en la madrugada cuando Zayn se despertó. El sol apenas comenzaba a salir y teñir el cielo de un tono rosáceo, iluminando sutilmente la estancia. Apretó los párpados con fuerza antes de abrirlos. Tuvo esa sensación de que se caía en medio de su sueño, y de pronto había aterrizado sobre el colchón, sin ningún tipo de aviso. Pasaron un par de segundos hasta que se dio cuenta de en dónde se encontraba y con quién.
Entre sus brazos dormía Shazia, dándole la espalda. El cabello azabache se esparcía en todas direcciones, su respiración casi inaudible, rítmica. El pecho se le llenó de una sensación cálida y agradable. Acercó la nariz a su cabello, aspirando el olor de su champú. Esta vez olía fresco y mentolado. Sonrió, abrazándola un poco más cerca. No estaba completamente despierto, era como un trance en e que sabía lo que hacía pero no el por qué, con movimientos involuntarios.
Pero se acordó de la noche anterior, cada recuerdo perfecto tal y como era. Y si alguien le dijera que podría cambiar algo, cualquier cosa sobre el día anterior su respuesta habría sido clara y escueta: nada. De hecho, podría asegurar que lo que sentía por la chica que tenía entre sus brazos era mucho más que aprecio y cariño a esas alturas.
Ya desde antes de que comenzara con el grupo, había pocas cosas que lo completasen al cien por cien. Era como si siempre le faltase una pieza a un complicado rompecabezas, como si a pesar de hacer lo que más le gustase en su tiempo libre, le faltase algo. Podía componer canciones que sabía que nunca aceptarían para un álbum de los chicos, cada vez que sacaba los aerosoles y graffiteaba en las paredes de su sala de artes o quedaba con sus colegas a pasar una buena tarde. Todo eso lo hacía sentir bien, pero no completo. Eso había cambiado poco a poco a lo largo que lo fue conociendo a ella, y demonios si no se vio a sí mismo como el protagonista de una novela romántica por sentirse así, por que para que fuese completamente feliz tuviese que encontrar a la persona indicada.
Aunque demonios, ella lo entendía tan bien, se paraba a escuchar, lo ayudaba a buscar soluciones y si veía que Zayn no tenía la razón en algo o no concordaba con él, no dudaría en decírselo. Estaba tan acostumbrado a que le aceptasen todo por ser Zayn Malik, o por lo contrario, se lo tomasen de broma por ser tan joven, a vivir rodeado de celos, a ser la persona perfecta para millones de adolescentes, daba igual los errores que cometiese o las barbaridades que le mandasen decir en las entrevistas solo para mantener una imagen. Estaba tan acostumbrado a que las personas más cercanas e importantes para él lo rechazasen por no ser perfecto. Pero ella lo ayudaba, lo comprendía y lo aceptaba tal y como era, y eso era algo que nunca sintió personalmente, porque siempre había cosas que mejorar o algo que cambiar.
Ella era una guerrera, capaz de salir ilesa de cualquier tipo de combate. Siempre llena de vida.
Apartó un par de mechones y comenzó a besar su hombro con pereza, sin tener en cuenta que Shazia, por lo contrario a él, era de sueño ligero, por lo que soltó un pequeño gemido al sentir unos labios húmedos y mimosos bajando lentamente por su espina dorsal. Antes de que cayese en la realización, ella ya se había dado la vuelta con una sonrisa adormilada, pasando sus brazos por el cuello de Zayn, y dejó un beso lento y perezoso contra la mandíbula sin saber donde iba a atinar realmente. Sus pechos desnudos se encontraron, y pudieron sentir los latidos de sus corazones acelerando paulatinamente.
Sinceramente, no sabía qué dirección estaba tomando esto cuando pasó los brazos por su baja espalda y Shazia apretó las caderas contra las suyas, causando que cada célula de su cuerpo se encendiera y sintiese la sangre acumulándose en una zona muy específica. No podría saber si lo había hecho aposta o no, se sentía más como un sueño de todos modos, una ilusión, tanto por la ligereza de su cuerpo como por lo cálido de las sábanas cubriéndolos y el contacto de su piel suave y caliente apretada contra la suya propia, causando que la piel se le pusiera de gallina.
Entrelazó una pierna con la suya, uno en frente del otro, recostados a lo largo de la enorme cama. Solo hubo roces, sus cuerpos se balanceaban lentamente, disfrutando del contacto físico y lo extraordinario y desconocido de todas aquellas emociones acumuladas. Shazia finalmente abrió sus sus ojos, aleteando los párpados con la rapidez de un colibrí antes de que pudiese apreciar aquel color ambarino tan intenso y especial, y Zayn se perdió en aquel verde que le recordaba a la primavera y confort. Continuaron con aquel inocente roce sin poder apartar la mirada del otro, Zayn pensó que todo era perfecto mientras acariciaba su gemelo con los dedos de sus pies y sus caderas continuaban tentándose, sin poder hacer nada contra la evidencia de lo que le hacía sentir.
Shazia jugaba con los cortos mechones de su cabello, masajeando su cuello. Zayn empujó su nariz contra la suya, labios contra la comisura de los suyos. Se sentía abrumada por las emociones, tan perdida en lo desconocido que era todo aquello para ella, ¿por qué algo tan normal como el contacto físico la hacía sentir así? ¿Por qué tenía la sensación de que esto estaba bien cuando no tenía ni idea de lo que hacía? Tendría que culpar a Zayn y su sonrisa por eso.
Tuvo la urgencia de besarlo, de algún modo compartir con él todo lo que sentía, pensaba que su corazón iba a explotar, ahí, en un acogedor hotel en el centro de Amsterdam, perdidos entre las sábanas más suaves en las que ha dormido nunca, junto a la persona más maravillosa del mundo. Sus labios se encontraron en un beso memorable, lento. Sus lenguas bailaban una pequeña coreografía antes de que Shazia atrapase su labio inferior entre sus dientes, los suyos estirados en otra sonrisa. Nunca había sonreído tanto a los siete minutos de despertarse.
—Es tarde.— Habló el moreno, sus manos subía cada vez más alto por su vientre.
—¿Lo es?—Rió contra sus labios, apretando aún más sus caderas con las suyas.
—Mañana va a ser un día largo— dijo en un último intento de parar todo aquello, ¿quería que parasen? Por supuesto que no, pero era cierto que les quedaban pocas horas de "sueño" hasta tener que estar de vuelta. Tenían concierto, el último en aquel país, que se había convertido en su preferido.
—Siempre lo son—dicho esto, entrelazó ambas piernas en sus caderas.
Zayn no tuvo más autocontrol, tomándola por el trasero hasta que quedara sentada sobre él, abrazándola fuertemente contra él, besándola apasionadamente. Se sentía frustrado, las palabras nunca fueron su fuerte y había un millón de cosas que quería decirle en ese momento.
Por eso, se dejó llevar por todo lo que quería hacerle, y si eso implicaba no dormir más, que así fuese.

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Free me | zayn |
FanfictionFebrero 2015 - Enero 2017 TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ESTA TERMINANTEMENTE PROHIBIDA SU COPIA, REPRODUCCIÓN, CAMBIO DE NOMBRE O CUALQUIER OTRA COSA. Y SI SE QUIERE TRADUCIR, PEDIR PERMISO.