Free me | zayn |

Capítulo 86

  —Buenos días, fea.

Shazia lanzó una significativa mirada, tomando asiento en la barra de desayuno. Fahim sonrió, dándole un sorbo a su café.

  — ¿Té?

—Sí.

Se hermano se dio la vuelta. Como ella, aún vestía pijamas. Era domingo y llovía terriblemente fuerte, como llevaba haciendo casi toda la semana. Lo agradecía, para ser sincera, armonizaba con su estado de ánimo perfectamente: gris, oscuro, inestable.

Había llegado el martes anterior, dado que no soportaba más permanecer en Londres, rodeada de gente cercana a Zayn. Era como si su nombre la persiguiese. Aquello era una pesadilla cuando tenías el corazón roto y lo único que querías es olvidar. Por eso Lynn había sugerido que tomase la baja más larga que pudiera tomar en su trabajo y fuese a visitar a su hermano, alegando que seguramente la haría sentir un poquito mejor estar con un familiar.

Fue bastante acertado. Tras narrarle lo sucedido a su hermano, este y su compañero de piso, Richie, intentaron animarla lo mejor que pudieron llevándola fuera cuando el tiempo lo permitía, o pasar tardes encerrados entre las paredes del cine, ir a eventos... Cualquier cosa que estuviese al alcance de sus manos. 

Todo seguía tan fresco, aun así. Había pasado un poco más de una semana, y no podía sacarse de la cabeza por qué, por qué hizo lo que hizo, por qué la apartó cuando era obvio que necesitaba ayuda, alguien ahí, por qué rompió su corazón...

Dolía, sobre todo cuando recordaba aquellas promesas, de que fuese lo que fuese, podrían superar cualquier obstáculo, que ella significaba demasiado para él, que a quería... Tras haberla echado sin haber requerido e mínimo esfuerzo emocional de su parte, ya no sabía ni que pensar. Tampoco es como si hubiese tenido mucho tiempo para aquello de todos modos. La habían mantenido ocupada segundo tras segundo.

  —¿Cómo has dormido?

Se encogió de hombros, aceptando la taza que le tendía. Rodeó la caliente cerámica en un intento de calentar sus frías manos. Fahim se apoyó contra la barra de desayuno, justo frente a ella.

— Tuve mejores noches. 

— Por supuesto que las tuviste, la pregunta aquí es si has tenido algo de sueño.

Movía la taza sin saber muy bien qué hacer con ella, esperando impacientemente a que la bebida enfriase al menos a una temperatura que no le cociese la lengua.

—Si, Fa, dormí.

— Bien— asintió.

El silencio se alargó durante el resto del desayuno, ambos perdidos en sus pensamientos. Fahim había pedido unos días libres en e trabajo desde que su hermana había llegado, pero ambos sabían que aquello no iba a durar para siempre, y que en algún punto tendrían que volver a hacerse cargo de sus responsabilidades.

  — He comprado un billete de vuelta para mañana.

Alzó la cabeza, analizándola con detalle,

  — ¿Estás segura? Sabes que puedes quedarte aquí el tiempo que quieras.

Asintió, comenzando a apilar vajilla vacía.

—No quiero ser una carga.

— No eres una...

— Lo soy— cortó— los dos tenemos responsabilidades: ambosnecesitamos volver a nuestros respectivos trabajos.— Fahim iba a decir algo, pero Shazia continuó sin hesitación— estaré bien, me quedaré con Lynn por un tiempo, al menos hasta encontrar un nuevo apartamento o algo...