Free me | zayn |

Capítulo 67

  — No he entendido nada.

Shazia tiró el enorme vaso de papel en uno de los contenedores, junto a la caja de palomitas XL que no habían conseguido terminar, ya rancias y frías.

— Es que no me creo que nunca hayas escuchado hablar sobre la triología.

— No sé cómo te extraña.

— Te encanta leer. No te suenan ni los títulos.

La morena se encogió de hombros. Aquella misma tarde habían decidido matar el tiempo yendo a un centro comercial. Terminaron entrando en el cine y Lynn prácticamente la arrastró a ver una película de la que nunca había oído hablar.

— Bueno, estuvo bien... Supongo. Fue muy intenso.

— Ni te molestes, Shazia.

— Eh... ¿El chico era muy guapo?

Sonrió de lado.

— ¿Cuál de ellos?

— El alto, de pelo castaño. 

La koreana le dio un ligero codazo, y su amiga rió ligeramente. Se sentía bien comportarse como una adolescente normal. Quizás incluso podría ir a Poundland y comprar un par de pósters de bandas y actores... Desechó la idea tan pronto se acordó de que desde hacía un par de días compartía habitación, ¿cuántas serían las probabilidades de que Zayn le dejase pegar una imagen de Zac Efron sin camiseta y embadurnado en aceite en una de las paredes de su habitación?

Hum...

  — Para la próxima preguntaré antes de meterte en la última película de cuatro partes, ¿de acuerdo?

— Agradecería el detalle. 

Deciden entrar en un par de tiendas para matar el rato, dando vueltas por el establecimiento sin un rumbo fijo. El lugar estaba bastante abarrotado dado que era viernes por la tarde, y quizás no hubiese sido la mejor idea porque la cara de Shazia era muy reconocida a esas alturas. Algunas chicas la señalaban o la grababan con el móvil, se acercaban a hablar de vez en cuando y Shazia se declinaba cada vez que pedían una foto, demasiado intimidada, pero no habían sido más de cinco veces lo ocurrido, y no fue hasta que Lynn gritó "¡un poco de intimidad, esto no e un zoo!" que tuvieron vía libre.

  — No tenías por qué haber dicho eso— soltó la morena, pero su tono era dulce, y realmente agradecía la espontaneidad de Lynn.

—O eras tú o era yo, y como tú tienes una imagen que mantener... — respondió ella, entrando en una tienda a la que Shazia no pudo ver el letrero — de nada por hacerte la vida más fácil.

  — Quizás debía de haber aceptado que Preston viniese con nosotras— reconoció.

— ¿Y que nos arruinase la tarde de chicas? No creo que Zayn le hiciese gracia la idea de Preston mirando mientras tú te pruebas esto— lanzó un par de prendas que atrapó por puro reflejo. Era suave y sedoso al tacto. Bajó la mirada para encontrarse con un conjunto de lencería color lavanda. Puntillo de un color más oscuro adornando los bordados y tirantes.

Fue en ese momento que se dio cuenta de que habían entrado en una tienda de lencería. Negro, rosa y blanco como colores predominantes, percheros llenos de finísimas prendas y otros tipos de accesorios femeninas como pijamas, perfumes y ropa de deporte adornaban toda la tienda. En cada esquina podía leer: Victoria's Secret.

  — ¿En serio quieres que me pruebe esto?

— Y esto— le tendió un babydoll blanco, corto, sedoso y vaporoso lleno de transparencias y detalles bordados a la perfección, un escote que no tenía fin y cuerdas y trozos de tela que no tenían sentido para ella — con tu tono de piel debe de verse perfecto— dijo con voz soñadora.