Capítulo 45

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Prácticamente la había arrastrado fuera de allí tras la reflexiva  conversación con Louis, que había terminado, como siempre, con el castaño burlándose de él. Aquello lo había irritado, y que Niall continuase con su atenta mirada no estaba ayudando. Habían pasado más de tres horas entre aquellas cuatro paredes y creía que se iba a volver loco. Le faltaba el espacio.

El problema era que no podía culpar su drástico cambio de humor solo por una estúpida burla y el interés de su compañero por Shazia, aun sabiendo  que no iba a suceder nada. Era tan solo otra cara nueva, supuso, aunque de nuevo, ¿cuántas caras nuevas veían? Demasiadas, quizás. Pero volviendo al tema, Zayn estaba frustrado porque como siempre, Louis tenía la razón, y odiaba eso. Era inteligente, observador, seguramente mucho más de lo que dejaba ver a toda aquella gente que lo agobiaba. Y como en todas sus observaciones, acertó en que el moreno veía en Shazia mucho más de lo que debería de admitir a esas alturas. Lo supo antes que él mismo.

Por eso necesitaba salir de ahí. Cuando se ponía nervioso necesitaba su espacio y la menor cantidad de gente a su alrededor como fuese posible, aunque debería de haberse quedado porque había prometido a Louise le dejaría cortarle el cabello cuando terminaran. Pero eso podría esperar hasta el día siguiente.

Shazia le había preguntado por qué tenían que marcharse tan de sopetón. Se sentía mal por no poder despedirse de su nueva amiga, y estaba preocupada por Brooklyn, porque ni pudo avisar a Carol que ya no podría cuidar de ella. Pero Zayn le había dicho que no tenía de qué preocuparse, y que si se marchaban era porque le había prometido que aquella tarde darían una vuelta. Eso la distrajo por completo, y una enorme sonrisa de felicidad adornó su cara. No más espacios cerrados.

—Pasear por la zona turística sería meterse en la boca del lobo, pero puedes verlo desde el interior del coche si quieres.

Ella había asentido en comprensión. Además, Lynn había sugerido quedar algún día con ella cuando salió el tema, dado que ella tampoco llevaba mucho tiempo en la ciudad y se había pasado los días trabajando como loca junto a sus compañeros de equipo. Le contó eso mismo a Zayn mientras el chófer conducía por las transitadas calles, y se alegró por ella. No se hubiese imaginado que en tan poco tiempo pudiese hacer una nueva amistad, pero eso estaba bien. Estaba bien que tuviese la oportunidad de salir con alguien sin que se viese rodeada de gritos y flashes. Estaba genial.

Como había prometido, pudo ver un poco del Big Ben, el río Támesis, el puente de Londres... Ella lo analizaba todo fascinada, agradecida por el lento tráfico que le dejaba tiempo de sobra para ver con detalle. El moreno no prestó atención al exterior. No tenía interés ninguno en ver monumentos sobre-explotados que aparecían en cada postal que vendían en las tiendas de souvenirs. Sin embargo la estudiaba a ella: su mirada de sorpresa y felicidad, su entusiasmo mientras murmuraba lo distinto que era todo, incluso el verde de los árboles, aunque eso ya lo había notado en casa. Le fascinaba lo diferente que podía ser el mundo con tan solo tomar un avión. Pakistán e Inglaterra eran polos opuestos, y le alegraba tener el privilegio de visitar lo desconocido desde su propia piel.

Tras hora y media de tráfico, y pasear por un pequeño parque no muy concurrido, se encontraban en zona urbana, al oeste de la ciudad. A Zayn se e había ocurrido la idea de llevarla a una tienda de antigüedades, solo para que pudiese ver los extraños artefactos y graciosas vestimentas que adornaba el escaparate. No todo era original, pero sí basado en principios del siglo XX, de la era victoriana. Cuando dieron con un estante lleno de libros, en la planta superior que se subía por unas escaleras de caracol que le causaron mucha gracia, señaló una colección de libros de Charles Dickens, explicando con júbilo el primer libro de literatura inglesa que leyó fue de aquel autor, y luego señaló otro de Brontë que le hacía mucha ilusión leer. Zayn no se lo pensó dos veces antes de tomar el tomo, viejo y gastado, dado que era no primera edición, pero sí suficientemente valiosa para que el precio tuviese un par de ceros, sin que ella lo viese.

Free me | zayn |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora