Capítulo 39

1.5K 179 42
                                    

Dante

Escucho los parloteos de mi hija según bajamos las escaleras de la casa. Nuestro hogar ahora es tan acogedor, mi hermosa esposa se ha encargo de adecuar la casa según su gusto y estilo, uno que me gusta mucho.

Los espacios que antes estaban vacíos, ahora tienen algún detalle.

En la pared libre cercana a las escaleras, yace un gran cuadro familiar de nuestra boda, Hope, Shayna y yo, nuestra hija está en medio de los dos.

Es un espacio cuadrado de una pequeña mesa en el centro y dos sillas pequeñas por igual, Hope ha tomado ese lugar para sentarse a tomar el té con sus muñecas, incluso haya una medio sentada con otros juguetes.

Esa es la fotografía central, en las paredes de los lados, hay otro del beso en el alta y una muy hermosa de Hope con los anillos y nosotros.

Hay fotografías de Hope de bebé, hemos aprovechado estos meses desde que los dos pasamos por cirugía en crear momentos que ahora están plasmados en las paredes de nuestra casa.

Me gusta tanto el ambiente aquí, todo es ameno, acogedor, colores neutros, con vivos, es muy nosotros, muy nuestra familia.

Mi suegra se pasó el fin de semana pasado con nosotros, ha cambiado y al que no tolero mucho es al padre de Shayna, todavía no cambia de parecer y es mejor que no aparezca delante de mí con esa actitud otra vez.

Mi cuñada nos visitó junto a su esposo e hijo el mismo sábado, los invitamos a quedarse porque el viaje es muy largo y el calor en los angeles no disminuye.

Pasamos un agradable fin de semana.

En la semana trabajamos, hay vacaciones de verano para Hope, su semestre educativo se vio interrumpido por cosas que es mejor no recordar. Shayna la está educando en casa.

Mi amada esposa se encarga de trabajar, el hogar, nuestra hija, nosotros como parejas, nunca para de ayudar, se mueve para colaborar con los más necesitados, sin dejar de apoyarse con sus amigos de toda la vida, incluso Merylin y Norah, dos mujeres por igual de admirar.

Y después de tanto trabajo, aunque en verdad seguiremos trabajando, pero también nos daremos un gustito de vacaciones, han pasado aproximadamente casi cinco meses de que nos operaron a Hope y a mí, el trabajo se acumuló y las semanas fueron pesadas, merecemos este descanso.

Finalmente estamos abordando un avión en la mañana del viernes, primera clase, Hope no deja de impresionarse en mis brazos señalando todo, muestra su asombro ante como se elevan los demás sobre la pista.

—¡Ya quiero volar! —exclama, fijando la vista en la ventana —. ¿A dónde vamos, papito?

Shayna regresa del baño, sonriente, amo a esta mujer, esa sonrisa deslumbrante que tiene.

—Es una sorpresa, mi luz —en los altavoces avisan que ya vamos a despegar.

Colaboro con mi esposa para ajustar bien a Hope al asiento, está volteado quedando frente a nosotros no vaya a asustarse.

—¿Y falta mucho para llegar? —se impacienta, moviendo los piecitos.

Trae el cabello suelto, usa Vans blancas, con jean y uno de esos...bueno, se abotonan debajo y luego se sube el pantalón del mismo color que sus zapatos.

Shayna nos ha hecho vestir todos iguales, llevamos prácticamente la misma ropa, zapatillas blancas, pantalones negros y camisetas blancas.

—Ummm...un poquito, tal vez una hora o dos —respondo.

Estudio a mi esposa...se ve, se ve más hermosa, no lo sé, yo siempre me la encuentro más preciosa cada día, es que Shayna es única entre multitudes.

HOPE ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora