He vuelto, perdon por la ausencia u.u
Espero que les guste el capitulo ;3 porfavor perdonen las faltas de ortografía!!
Saludos XD
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Apoyé mi mentón sobre mis rodillas mientras estudiaba a un Dian completamente tranquilo apoyado contra el respaldo de la cama. Estaba demasiado callado, y aunque verlo desnudo a excepción de las sábanas que lo cubrían hasta sus caderas era algo ridículamente bueno para la vista el silencio en él no solía ser algo bueno.
-¿Sigues molesto?-Pregunté.
Él suspiró antes de mirarme. Estaba a su lado, sólo vestida con su camiseta y mis bragas y no sabía si esa vista tuvo o no algo que ver con su segundo suspiro.
-Sigues molesto-Afirmé.
-No lo estoy-Corrigió-, ese es el problema.
Fruncí mi ceño.
-No te entiendo.
Cerró los ojos un largo minuto antes de volver a abrirlos y estirarse hasta tomar una de mis manos y tirar de mí hasta que estuve sentada a horcajadas sobre sus caderas. Descansé mis manos en sus hombros mientras que las suyas se detuvieron sobre mis muslos.
-Me dejaste-Recordó.
Sus ojos no se habían alejado de los míos en ningún momento y habría sido totalmente imposible para mí desviar la mirada lejos, no cuando me estaba mirando con esa intensidad.
-Lo lamento-Murmuré.
-¿Por qué me dejaste?
-Ya lo expliqué decenas de veces, Dian-Me quejé.
-Siara-Pidió.
Lo miré un pequeño segundo antes de suspirar. Bien, y aquí la conversación que no habíamos podido terminar hace veinte años; no era realmente complicado para mí, pero la gran pregunta era como lograba que Dian me creyera.
-No estoy enojada contigo-Informé.
-Siara...
-Arrancaste las alas de Adriel-Interrumpí-. Y todo este tiempo pensaste que me convertí en humana porque no podía soportar verte debido a ello.
Él guardó silencio y tomó todo de mí para no suspirar derrotada. Dian era fuerte, valiente y arrogante, por desgracia también tenía una alarmante facilidad para sentirse culpable.
-Rompió las reglas, Dian-Le recordé-, no había nada que tú ni nadie pudiera hacer al respecto, especialmente porque él ni siquiera se arrepentía.
-Era tu hermano, Siara-Señaló.
-Algo que él debería haber recordado. Como bien señalaste, Adriel dejó de ser el mismo que conocíamos.
-Ojos dulces...
-Se enamoró de una humana-Corté-. De una humana condenada a ser un alma perdida, pero él no fue el único en pagar las consecuencias; amaba a mi hermano, hasta el extremo de poder dar mi vida por él, pero eso no significa que vaya a justificar sus errores, mucho menos si es esos errores nos destrozaron tanto.
Él negó con la cabeza.
-¿Cómo es que eres tú quien trata de convencerme y no al revés?
-Porque soy una novia genial.
Dian me estudió un largo momento y varias veces pareció como si quisiera decirme algo, pero optó por callar y atraerme hasta que su frente estuvo apoyada contra la mía.
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La Sombra del Ángel
FantasySiara está acostumbrada a los fantasmas, ha sido capaz de verlos desde antes de poder recordar...aún así, ¿qué son esas sombras que la acechan? y ¿qué ocurre con Dian, su ángel de la muerte particular?