Todo empezó un lunes a la hora del almuerzo en la cafetería de la escuela, se me había hecho extraño que repentinamente Anya dejara de insistir en eso de que estaba enamorada de alguien y no se lo decía (iba a ignorar el hecho de que estaba casi en lo cierto), pero aun así me sorprendí con la petición que me hizo mientras disfrutaba de mi plato de chili con carne.
-Acompáñame a una cita doble.
Me ahogué y Mason me alcanzó justo a tiempo mi botella con jugo.
-Por favor dime que le hablas a Mason-Dije cuando fui capaz de hablar nuevamente.
-A mí no me metas en esta-Rogó el rubio.
En otro momento me hubiera molestado, pero no podía culparlo, yo también estaba a punto de escapar tan rápido como fuese posible... aunque Anya definitivamente no me la dejaría tan fácil.
-Oh, vamos-Reclamó-, conocí a un chico muy lindo.
-¿Y cómo es que eso tiene que ver conmigo saliendo con un desconocido?
-Es mayor-Señaló-, tú no confías en los universitarios, yo tampoco.
-Entonces no salgas con él.
-Pero es dulce como un pastelito.
-No-Dije tajante.
-Por favor-Pidió con su mirada de cachorro.
Oh, no, eso definitivamente no iba a funcionar esta vez.
-¿Olvidas lo que pasó la última vez que me arrastraste a un cita doble?-Pregunté.
-No fue tan malo-Se defendió ella.
Mason y yo intercambiamos una mirada incrédula antes de dirigirle a ella una molesta.
-Las tuve que ir a buscar básicamente a la mitad de la nada-Señaló Mason.
-Exageras.
-No, no es así-Contradije.
-Por favor, Siara, por mí.
Negué enfáticamente con mi cabeza.
-No, no y no, de hecho, vamos a fingir que nunca tuvimos esta conversación.
-Pero...
-Tengo que terminar mi tarea de algebra-Interrumpí-, nos vemos en clases.
No esperé a que ninguno de ellos hiciera nada antes de levantarme con bandeja en mano para salir de la cafetería.
Por los próximos tres días (aproximadamente) lo más seguro sería evitar quedarme a solas con Anya, porque ella era lo bastante persistente y tenaz como para terminar de convencerme por mero cansancio.
Ugh, realmente odiaba cuando Anya se encaprichaba con un chico.
***
-¿Sabes?-Dijo Mason sentándose junto a mí en las gradas-, empiezo a pensar que sería más sencillo que dijeras que sí...
Giré mi cabeza y le dirigí una mala mirada.
-O tal vez no-Se corrigió mientras extendía sus brazos a lo largo de nuestros respaldos.
-Ella sólo está insistiendo un poco más de lo que había esperado-Informé.
Mi mejor amigo me dirigió una mirada llena de escepticismo con sus ojos verdes.
-Está bien-Admití-, es algo más que "un poco"... Pero tengo el presentimiento que si le digo que sí las cosas sólo se van a complicar más.
-Sabes que no se va a detener-Me señaló.
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La Sombra del Ángel
FantasySiara está acostumbrada a los fantasmas, ha sido capaz de verlos desde antes de poder recordar...aún así, ¿qué son esas sombras que la acechan? y ¿qué ocurre con Dian, su ángel de la muerte particular?