Capitulo 4

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Todo empezó un lunes a la hora del almuerzo en la cafetería de la escuela, se me había hecho extraño que repentinamente Anya dejara de insistir en eso de que estaba enamorada de alguien y no se lo decía (iba a ignorar el hecho de que estaba casi en lo cierto), pero aun así me sorprendí con la petición que me hizo mientras disfrutaba de mi plato de chili con carne.

-Acompáñame a una cita doble.

Me ahogué y Mason me alcanzó justo a tiempo mi botella con jugo.

-Por favor dime que le hablas a Mason-Dije cuando fui capaz de hablar nuevamente.

-A mí no me metas en esta-Rogó el rubio.

En otro momento me hubiera molestado, pero no podía culparlo, yo también estaba a punto de escapar tan rápido como fuese posible... aunque Anya definitivamente no me la dejaría tan fácil.

-Oh, vamos-Reclamó-, conocí a un chico muy lindo.

-¿Y cómo es que eso tiene que ver conmigo saliendo con un desconocido?

-Es mayor-Señaló-, tú no confías en los universitarios, yo tampoco.

-Entonces no salgas con él.

-Pero es dulce como un pastelito.

-No-Dije tajante.

-Por favor-Pidió con su mirada de cachorro.

Oh, no, eso definitivamente no iba a funcionar esta vez.

-¿Olvidas lo que pasó la última vez que me arrastraste a un cita doble?-Pregunté.

-No fue tan malo-Se defendió ella.

Mason y yo intercambiamos una mirada incrédula antes de dirigirle a ella una molesta.

-Las tuve que ir a buscar básicamente a la mitad de la nada-Señaló Mason.

-Exageras.

-No, no es así-Contradije.

-Por favor, Siara, por mí.

Negué enfáticamente con mi cabeza.

-No, no y no, de hecho, vamos a fingir que nunca tuvimos esta conversación.

-Pero...

-Tengo que terminar mi tarea de algebra-Interrumpí-, nos vemos en clases.

No esperé a que ninguno de ellos hiciera nada antes de levantarme con bandeja en mano para salir de la cafetería.

Por los próximos tres días (aproximadamente) lo más seguro sería evitar quedarme a solas con Anya, porque ella era lo bastante persistente y tenaz como para terminar de convencerme por mero cansancio.

Ugh, realmente odiaba cuando Anya se encaprichaba con un chico.

***

-¿Sabes?-Dijo Mason sentándose junto a mí en las gradas-, empiezo a pensar que sería más sencillo que dijeras que sí...

Giré mi cabeza y le dirigí una mala mirada.

-O tal vez no-Se corrigió mientras extendía sus brazos a lo largo de nuestros respaldos.

-Ella sólo está insistiendo un poco más de lo que había esperado-Informé.

Mi mejor amigo me dirigió una mirada llena de escepticismo con sus ojos verdes.

-Está bien-Admití-, es algo más que "un poco"... Pero tengo el presentimiento que si le digo que sí las cosas sólo se van a complicar más.

-Sabes que no se va a detener-Me señaló.

La Sombra del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora