Sentía los temblores recorrer todo mi cuerpo mientras era vagamente consciente de Dian llamándome.
Mi papá.
Oh, Dios mío, mi papá.
Me arrastré hacia él y lo verifiqué. Gracias al cielo, parecía que sólo se había desmayado.
Espera... ¡No se había desmayado!
Fijé mis ojos furiosos en Dian.
-¿Qué demonios le hiciste a mi papá?-Gruñí.
Dian suspiró y una expresión de dolor se formó en su rostro, pero se mantuvo en silencio mientras chasqueaba los dedos y mi padre desaparecía.
-Lo dejé en su cuarto-Explicó antes de que tuviera tiempo de gritarle.
Tragué saliva y lo miré. Me pregunto si lucía tan asustada como me sentía, porque en menos de diez segundos estaba siendo colocada nuevamente sobre mis pies por Dian. Sorprendentemente mis piernas lograron sostener mi peso, pero tristemente para mí el resto de mi cuerpo no estaba cooperando tanto ya que seguía temblando.
-Siara-Llamó.
Parpadeé continuamente. Las malditas lágrimas estaban saliendo nuevamente.
Lo escuché gruñir y un segundo después sus manos habían tomado mis mejillas y me obligaron a mirarlo.
-¿Qué pasó?-Preguntó.
-Yo...no estoy segura-Murmuré.
-Ojos dulces, por favor.
-Es que...sólo besé su mejilla y...había una imagen como...como si fuera un sueño y en él...en él mi papá...mi papá...oh, Dios mío, él...
Mi voz se quebró y empecé realmente a llorar. A llorar de verdad. Fue tanto que Dian dejó de lado su interrogatorio y en cambio me abrazó.
No sé cuánto tiempo lloré, pero mi voz era ronca y difícil de reconocer cuando finalmente hablé de nuevo.
-Vi a mi papá morir-Murmuré-, ¿Por qué vi eso? ¿Qué está mal conmigo?
Guardó silencio por un par de segundos antes de suspirar.
-No hay nada mal contigo, ojos dulces, es sólo...tocaste a ese fantasma, eso es lo que pasó.
Fruncí mi ceño y levanté mi vista para ver su rostro. Suspiré nuevamente.
-Te dije que no los tocaras, Siara.
-Pero nunca dijiste que pasaría esto.
Vi cómo dudaba un momento antes de hablar.
-No sabía qué, de entre todas las cosas, iba a ocurrir.
-No entiendo.
-Cuando tocaste al fantasma de ese niño lograste conseguir algo problemático para un humano. Ahora puedes ver cómo morirá alguien.
***
-Sólo para que lo sepas: no creo que la negación sea algo útil en este momento-Dijo Dian con cansancio.
Lo ignoré y continué caminando por mi habitación. Me importaba un pepino si la negación era útil o no, ¡ya había salido corriendo y encerrado en mi habitación en pánico!, desde mi perspectiva la negación no era el mayor de mis problemas ahora.
-Siara-Insistió.
-¡No podré volver a tocar a nadie nunca más, Dian! ¡No me pidas que lo acepte de buenas a primeras!
-No es lo que hago, pero al menos deberías escuchar.
-¿Qué quieres que escuche? ¿Cómo es que fui tan estúpida como para meterme en este problema?
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La Sombra del Ángel
FantasySiara está acostumbrada a los fantasmas, ha sido capaz de verlos desde antes de poder recordar...aún así, ¿qué son esas sombras que la acechan? y ¿qué ocurre con Dian, su ángel de la muerte particular?