Capitulo 7

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-Por favor, por favor, por favor, por favor, por favor, por fav...

Metí a la fuerza un poco de soufflé en la boca de Anya con una cuchara para que se callara. Mi mejor amiga masticó y tragó con una mirada molesta en sus ojos. Le dirigí una pequeña sonrisa inocente antes de colocar un poco de comida en mi propia boca.

Acababa de recuperarme de mi resfriado, había hecho las paces con Dian, mis padres por fin habían dejado de llamar cada quince minutos (ahora se limitaban a llamar, cada uno, una vez por hora), no había tenido fantasmas colándose en mi casa (ni en mi habitación, ni mi en mi baño) y, aunque todavía sentía algo de miedo, Dian había cumplido su promesa y hasta el momento no había tenido que lidiar con esas sombras, almas, o lo que fuera, y al parecer Anya y Mason tampoco.

En pocas palabras: tenía la fuerza suficiente para resistir a Anya que había vuelto al ataque.

-No me callarás con comida-Advirtió.

-Yo creo que sí-Contradije mientras forzaba otro trozo de soufflé en su boca.

Ella gimió pero de todas maneras comió obedientemente. Era lindo que nadie de mi entorno pudiera decirle que no a los postres y pasteles que hacía.

-No iré a esa cita-Señalé mientras la veía comer.

Ella intento hablar, pero tenía la boca demasiado llena y no le entendí nada. Lo prefería de esa manera, la verdad.

-Sólo deja de insistir-Pedí.

Esta vez Anya esperó a terminar de comer antes de tratar de hablar de nuevo.

-¿Por qué no?-Preguntó.

Arqueé una de mis cejas y le dirigí una mirada algo incrédula.

-¿Debo recordarte tu historia con las citas dobles?-Pregunté de regreso.

-Pero...

-Además-Interrumpí-, si tanto te gusta el chico, ¿por qué no simplemente vas y tienes una cita con él? Sólo ustedes dos.

-Pero no quiero ir sola-Admitió.

-Entonces Mason y yo podemos ir tras ustedes y vigilarlos desde lejos.

Ella me miró como si hubiera dicho una locura, pero alcancé a darme cuenta de que la idea se calzó un poco en su cabeza.

De acuerdo, creo que podíamos intentar esto.

-Estaremos los dos cerca-Continué-, si el chico intenta algo puedo enviar a Mason a golpearlo.

-No creo que...

-Vamos-Interrumpí-. Yo convenceré a Mason, lo prometo.

-Pero...

Esta vez la interrumpí colocando otro trozo de soufflé en su boca.

-Está decidido-Sentencié, mientras veía las mejillas llenas de Anya.

Se parecía un poco a una ardilla y lucía algo adorable...si le sacaba una fotografía y se la enviaba a Mason ella me mataba ¿verdad?

-Eres una tramposa-Gruñó cuando terminó de masticar.

Sonreí inocentemente.

-Tan sólo un poquito-Admití.

Dian me había contagiado un poco de su descaro, al parecer.

***

-Me niego-Informó Mason, negando con su cabeza para enfatizar su postura.

Suspiré. Dios, había olvidado que este también era terco.

-Oh, vamos, Mason, por favor-Pedí.

La Sombra del ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora