-Va a explotarme la cabeza-Se quejó Anya en un gemido y apoyando su cabeza en una de sus manos.
-Sólo respira, cariño-Pedí mientras subrayaba un par de palabras en mi libro de texto.
-Llevamos horas aquí-Reclamó, refiriéndose a la biblioteca en la que estábamos desde que habíamos salido de la escuela.
-Tú eres quien no quiere estar en casa con tu madre-Señalé, aun sin despegar mis ojos de mis libros.
-Pues podríamos ir a tu casa-Indicó.
Me encogí de hombros.
-Podríamos-Concordé-, siempre que dejaras de distraerte viendo a Dian.
Anya bufó.
-Pero no verlo sería un crimen para la humanidad-Explicó, como si fuera lógico.
Levanté mi vista hacia ella y alcé mis cejas con un pequeño gesto burlón. ¿Honestamente hablando? Era más celosa de lo que la gente solía pensar inicialmente, no obstante, la fascinación de Anya con Dian era como la de una niña pequeña con un dinosaurio rosa: le gustaba verlo simplemente porque era raro de ver; todos nos habíamos tomado el tema con gracia durante las últimas semanas, en especial Danna, Dian y yo porque Alden se ponía ligeramente celoso...pero la diversión solía desvanecerse cuando pensábamos el hecho de que si las cosas se hubieran desarrollado de una forma diferente Anya quizás nos habría llamado "tíos".
-Anya-Reí.
-Hey, dame crédito-Pidió-. Luego de todo lo que me has contado, es bueno que lo siga viendo como un modelo irreal a la máquina sexual que parece ser.
-En primer lugar-Gemí-: yo no te he contado nada, tú me has obligado a hablar. En segundo lugar: si lo vuelves a llamar "máquina sexual" o algún sinónimo, reconsideraré seriamente esta amistad.
Anya hizo un pequeño puchero que intenté desesperadamente no comparar con el que hacía Alden y me estiré sobre la mesa y golpeé suavemente su cabeza con el lápiz que tenía en mi mano.
-Vuelve estudiar-Ordené.
-No quiero.
Le dediqué una mirada. Que chica tan testaruda.
-Son los últimos exámenes-Le recordé.
-Me estoy muriendo de aburrimiento-Recalcó.
Rodé los ojos. Cielo santo, era una melodramática de primera, lo gracioso era que ahora sí podía entender de dónde lo había heredado.
-Oh, vamos-Pedí-, ¿Quién te entiende? Primero lo único que querías era graduarte de la escuela y ahora te quejas en los últimos pasos.
Anya volvió a bufar y me dieron ganas de golpearla de nuevo.
-Pues nadie dijo que sufriría tanto con los exámenes.
-Deja de quejarte y estudia...o de verdad te arrastraré a tu casa, estoy segura de que tu mamá estará encantada de darnos a probar su nueva receta de lasaña vegana.
-¿Tú como sabes que iba a hacer de cenar hoy?-Preguntó con los ojos entrecerrados.
-Me envió un mensaje hace como una hora diciendo que podíamos ir a cenar luego de que termináramos de estudiar.
-No puedo creerlo-Se quejó-, ¿por qué te habla a ti y no a mí?
-Oh, estoy completamente segura de que te habló primero, pero no le contestaste.
Ella parpadeó antes de que rápidamente sacara su celular de su bolso y sus dedos se deslizaran rápidamente por la pantalla. La expresión de culpabilidad en su rostro era demasiado como para ignorar.
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La Sombra del Ángel
FantasySiara está acostumbrada a los fantasmas, ha sido capaz de verlos desde antes de poder recordar...aún así, ¿qué son esas sombras que la acechan? y ¿qué ocurre con Dian, su ángel de la muerte particular?