— ¡Ven aquí! Gato travieso.— decía Jay mientras perseguía al pequeño híbrido que corría por toda la casa, con tan solo una sudadera cubriendo su cuerpo.— ¡Jungwon ven aquí, no corras!—
El pequeño gatito no hizo caso y seguía huyendo de los brazos de su novio, ¡Jay quería darle un baño y el mayor sabía perfectamente que a él no le gustaba el agua!
Jay bufo rendido, Jungwon era demasiado rápido pero realmente el menor necesitaba un baño, no es que oliera mal, es solo que tenía que bañarse para que ese dulce y encantador aroma a tarta de fresa no desapareciera de su cuerpo.
— Me bañare contigo Wonnie, pero porfavor ven aquí.— las orejitas de Jungwon se dejaron ver y miro a Jay, quién sabía que su novio no podía resistirse ante la idea de bañarse con el, así que lentamente se fue acercando a Jay, saltando a sus brazos y aferrándose a él lo más fuerte que pudo.
Jay río enternecido y acarició dulcemente las orejitas de Jungwon, escuchando como este ronroneaba ante el toque.
— Anda, vamos a bañarnos.— susurro tiernamente el mayor mientras se dirigían al baño.
Luego de un rato ambos ya estaban sumergidos en el agua, Jungwon con su espalda recostada en el pecho de Jay y este brindándole suaves e inocentes caricias en su estómago.
Los baños eran unos momentos que los dos apreciaban, unos momentos íntimos que les hacían sentirse amados por la persona que tenían como compañero de vida, para Jungwon, a pesar de que no le gustará el agua, eran unos momentos mágicos al lado de Jay, reían de tonterías, se contaban su día, y la parte que más amaba era cuando Jay acariciaba dulcemente algunas partes de su cuerpo, nunca lo hacía con alguna segunda intención, tan solo se limitaba a mimar a Jungwon.
Las manos del mayor bajaron lentamente a los muslos de Jungwon, comenzando a acariciarlos dulce y delicadamente, los colores vinieron a las mejillas de Jungwon, aún se le hacía un poco extraño que Jay acariciara esa zona, pero le gustaba, porque el mayor lo hacía de una forma dulce y especial, no sabía expresarlo con palabras, pero era un toque mágico y bonito que hacía que Jungwon se sintiera amado.
— Hyung.— llamo de pronto Jungwon al mayor, quién lo miro para que continuara hablando.— ¿Qué es lo que más le gusta de mí?—
Jay lo miro confundido, pero sonriendo, tratando de atraer un poco más a Jungwon hacía él, apoyando su cabeza en el hombro del más pequeño.
— Todo Wonnie, me gusta todo de ti, desde tu personalidad, tus orejitas, tu sonrisa, tu voz, podría hacer una lista de todas las cosas que me gustan de ti.— Jungwon se sonrojo, parecía un pequeño tomatito, Jay beso sus mejillas calmadamente, entrelazando sus manos con las de Jungwon.
Jungwon miro a Jay y este junto sus labios con los del pequeño, comenzando un beso para nada salvaje, era un beso lento y suave, un beso por el cual podían transmitir miles de sentimientos.
Luego de un rato se separaron debido a la falta de aire, Jungwon se acurrucó un poco más en el pecho de Jay y este solo lo mimo por un rato más.
Un baño completamente mimoso.
♡
