— Hyung...s-salio positivo.— dijo Jungwon entrando en el salón, captando toda la atención de Jay, quien dejó el libro que estaba leyendo a un lado para centrarse en el menor.
— ¿Salió positivo el que Wonnie?— pregunto dudoso cuando vio a Jungwon temblar en su sitio y sus ojos llenarse de lágrimas, preocupándose de inmediato.
— Y-yo...lle-llevaba días sintiéndome m-mareado y vomitaba p-por las mañanas y S-Sunoo me dijo que eso eran síntomas y me dijo que me hiciera la prueba y...— Jay trato de calmar al menor, dándole un suave abrazo, sintiendo como este hipeaba en su pecho.
— Wonnie, dime qué salió positivo y que prueba te hiciste.— susurro Jay, agarrando las mejillitas de su pequeño gatito para que lo mirará, brindándole una gran sonrisa que hizo que Jungwon tomara aire y se calmará un poco.
— Hyung...va-vamos a ser padres.—
Y Jay literalmente sintió fuegos artificiales dentro suyo.
Miro a Jungwon fijamente, sin poder articular ninguna palabra, tratando de procesar lo que le había dicho el menor.
"Seremos padres."
— ¿H-hyung?— hablo Jungwon cuando Jay lo abrazo, alzandolo sin decir ni una palabra, solo mostrando esa bonita sonrisa que desde un principio había conseguido derretir al menor.
— ¿Voy a ser padre? ¿Voy a formar una familia con el amor de mi vida? ¿Mi sueño se hizo realidad? — pregunto Jay dejando múltiples besos sobre su estómago aún plano y acariciándolo suavemente mientras soltaba pequeñas lágrimas de felicidad.
— Hyung...¿Esta feliz?— murmuró Jungwon cuando Jay se volvió a sentar, con él aún encima suya.
— Estoy muy feliz Wonnie, demasiado.— dijo Jay sin querer soltar la cintura de su novio, atrayéndolo más a él mientras seguía dejando besos y más besitos.
Jungwon sonrió y acarició el pelo de Jay, jugando con este, una familia con Jay, con su Jay, con su Hyung.
Sería un gran camino que recorrer.
♡
Habían pasado tres meses desde que Jay y Jungwon se enteraron del embarazo del menor, Jungwon estaba entrando en el cuarto mes y su estómago cada vez se iba notando más, y antes de que pregunten, si, Jay estaba todo el día acariciándolo.
Las náuseas habían parado y los vómitos por parte de Jungwon también, pero ahora venían los antojos.
Y digamos que los antojos de Jungwon no eran muy normales.
Llegó hasta pedirle a Jay que le trajera tierra mojada y la pusiera dentro de galletas.Aunque dejemos esa historia para otro momento.
Ambos chicos estaban recostados en la cama, viendo una película desde el ordenador, Jungwon estaba apoyado en el pecho de Jay, mientras que este repartía caricias sobre su vientre y cintura, como siempre había hecho.
Y le encantaba que el torso de Jungwon estuviera un poquito más hinchado, le resultaba demasiado adorable ante sus ojos, ya habían hasta pequeñas marquitas de besitos que Jay le había dejado.
Sus manitas estaban juntas, no entrelazadas, solo disfrutando del cálido tacto que ambas se brindaban, si comparamos sus manos, la de Jungwon parecía manitas de bebé.