El corazón de Jungwon estaba compuesto por una frágil y hermosa mariposa.
Jungwon era delicado, pero el más bonito de todos a los ojos de Jay.
Y Jay lo sabía, sabía que Jungwon era como una rosa, frágil y precioso.
El amor que Jay tenía por Jungwon era increíble, puesto que Jay, cuidaba, protegía, mimaba y sobre todo, amaba muchísimo al joven de cabellos negros.
Jay temia que al más leve golpecito que le diera, o que le dieran, a Jungwon, este pueda estar gravemente herido.
La misión de Jay era proteger a su precioso ángel del cruel mundo en el que ambos, habitaban.♡
— Buenos días precioso angelito.— susurro Jay en cuanto Jungwon abrió sus ojitos, mientras le acariciaba suavemente el pelo.
— Buenos días Jay, ¿cómo amaneciste?— pregunto Jungwon antes de sentir un suave beso su mejilla.
— Bien, la verdad, ¿y tu cómo dormiste Wonnie?— sonrió el mayor cuando Jungwon dejo múltiples besitos en toda su carita.
— Muy bien, me gusta dormir entre tus brazos hyung.— Jay agarró a Jungwon por la cintura a Jungwon para atraerlo más a él, antes de juntas sus labios con los del menor, mientras acariciaba la cadera de este.
Definitivamente, amaba sus mañanas con su precioso y pequeño príncipe a su lado.
¿No les pasa que cuando salen a algún sitio, viene de pronto la inspiración?
Siempre que salgo me llevo conmigo una libreta por si se me ocurre alguna idea que escribir ^^¿que tal os va todo? <3