"el puede que te haga daño"
"¿En serio estás con alguien como él?"
" Jay es un bad boy, debes buscar a alguien mejor"
Esas eran de las muchas cosas que Jungwon tenía que oír día a día por estar en una relación con Jay, el "bad boy" del instituto.
Pero él conocía a Jay perfectamente y si bien el mayor era un poco frío con la gente de su alrededor, con él era la persona más dulce, amorosa y mimosa del mundo.
"Wonnie, Jay quiere besitos."
"Wonnie, dame un abracito."
"Wonnie, ¿tú me quieres?"
Jay era demasiado mimoso cuando estaba con Jungwon, y seguramente aquel día también lo estaría.
Jay y Jungwon estaban celebrando su tercer aniversario juntos y el menor no podía estar más feliz por eso.
— ¿Haremos algo hoy Jay?— hablo Jungwon cuando se separaron de aquel beso dulce y tierno que habían comenzado, ambos estaban en las gradas del patio trasero, así que nadie podía molestarles ya que se encontraban solos.
Jay sonrió y acarició la cintura de Jungwon mientras asentía.
— Leí que hoy llovía, así que pensaba en ir a dar un paseo debajo de la lluvia y llevarte a un sitio especial pequeño.— dijo el mayor besando dulcemente las mejillas de Jungwon.
— ¿Un sitio especial?— pregunto Jungwon sin entender.
Jay volvió a asentir.
— Es un lugar que se que te encantará.— contesto Jay, bajando a Jungwon de sus piernas para ponerse en pie y caminar con Jungwon cogido de la mano, mientras entrelazaban sus dedos.— Te iré a buscar sobre las cinco Wonnie, ¿que te parece hacer un picnic?— Jungwon lo miro con aquellos ojitos que reflejaban la galaxia entera para Jay, sonriendo mostrando sus hoyuelitos, los cuales fueron besados.
— Un picnic suena muy bien Hyung.— dijo Jungwon antes de besar por última vez los labios de Jay.— Nos vemos después de clases Hyung, lo amo.— y dicho esto Jungwon se alejó para dirigirse a su respectiva clase.
Ese chico traía loco a Jay, quién sonreía como un tontito enamorado.
— Cuidado que te cae la baba.— bromeó Heeseung al pasar por su lado y jalarlo para que ambos fueran a su clase.
— Oh, callate Lee.—
♡
— ¡Hyung!— gritaba un pelinegro corriendo a abrazar a Jay, quién abrió sus brazos nada más escucharlo, alzandolo cuando llego a él.
— Hola bebé.— trato de decir Jay en medio de todos esos besos que Jungwon no paraba de dejar en sus labios, haciéndolo sonreír.
Caminaron hasta la casa del menor mientras hablaban de distintos temas y reían por las locuras del otro, habían acordado que Jay lo esperaría mientras Jungwon se cambiaba y así poder aprovechar más aquel especial día.