— Te extraño.—
— Wonnie.—
— En serio te extraño mucho.—
— Mi amor.—
— ¿En serio se puede extrañar tanto a una persona?— por la otra línea se escuchó una pequeña risa, pero es que realmente Jungwon extrañaba a Jay, había pasado casi un mes desde la última vez que se vieron y eso le provocaba un poco de tristeza, puesto que Jungwon quería abrazarle y besar los labios de Jay que tanto extrañaba.
— Besar las fotos que me mandas no funciona.— hablo bajito Jungwon, pero que Jay entendió a la perfección y comenzó a reírse mientras los colores subían a sus mejillas.
— ¿En serio besas mis fotos?— pregunto mientras se imaginaba a Jungwon sonrojado y tapando su carita con ambas mangas de su suéter.
— N-no, bueno, ¿cuándo podré verte? Te echo de menos.— cambio de tema Jungwon sin obtener respuesta inmediata, parecía que Jay estaba de camino a algún sitio que tenía escaleras, ya que Jungwon escuchaba como suspiraba cansado de vez en cuando.
— Bebé, ¿me harías el favor de abrir la puerta de tu apartamento?— pidió Jay, extrañando a Jungwon, quién dijo que si y se levantó, dirigiéndose a la puerta y abriéndola, encontrándose con Jay sonriendo y el teléfono aún en sus manos.— Sorpresa.—
Jungwon tiro su móvil y se lanzó a los brazos de Jay, dejando que esas lágrimas que tanto procuraba retener salieran, mojando un poquito la sudadera que llevaba puesta Jay.
— Te extrañe Hyung.— susurraba Jungwon cerca del oído de Jay, provocándole varios escalofríos.
Jay se separó un poco del abrazo y Jungwon no tardó en besarlo, era un beso por el cual podían transmitirse miles de sentimientos juntos.
Jay alzó a Jungwon, quién enrollo sus piernas en la cadera de Jay para evitar caerse, entrando en apartamento de Jungwon, cerrando la puerta por detrás, dirigiéndose a la cama del menor para colocarse encima del colchón, separándose del beso y mirando a Jungwon con esos ojos llenos de amor.
Ambos sonrieron antes de fundirse en un nuevo beso, Jay busco la mano de Jungwon y cuando la encontró, entrelazó sus dedos con los del menor, acariciando suavemente la palma de su mano.
Con la mano que tenía libre, Jungwon acarició el pelo de Jay mientras jugaba un poco con él, sonriendo en medio del beso y parando para soltar una suave risa que se oyó como una bonita melodía en los oídos de Jay.
— Extrañe besarte Hyung.— confesó Jungwon mientras el mayor se acostaba a su lado y lo abrazaba por la cintura, atrayéndolo más a él.
— ¿No te bastaba con mis fotos?— burló Jay, dejando un rastro de besitos en el cuello del menor, ganándose un pequeño golpe en el pecho y un Jungwon sonrojado.
— Callate con eso Hyung.— dijo Jungwon mientras reía por los besitos que estaba recibiendo en su cuello, hasta que sintió una muy pero que muy pequeña mordidita.— ¡Hyung, no muerda!— río Jungwon mientras trataba de alejar a Jay, quién lo abrazaba aún más fuerte, contagiandose de la risa de Jungwon.
Pasaron la tarde hablando, mimandose y caminando por un parque que había cerca de la casa de Jungwon.
Una tarde perfecta para ambos.
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