— Me gusta Jay.— dijo Jungwon, mirando al techo de la habitación de Sunoo, quién casi se atraganta por la repentina confesión del menor.
— ¿Jay? ¿Tu compañero de piso?— pregunto Sunoo recibiendo un asentimiento por parte de Jungwon.— ¿Y por qué no se lo dices?—
— ¿Cómo alguien como él podría fijarse en alguien como yo?— hablo desanimado Jungwon mirando a su amigo, quién se acercó para darle unos cuantos mimitos en el pelo.
— En alguien tan perfecto como tú, querrás decir.— susurro Sunoo, provocando que el contrario riera suavemente.— Vamos Wonnie, ¿quién no está loquito por ti? Eres lo que todo el mundo desea, eres amable, guapo, tierno, sabes bailar, cantar, eres inteligente, seguro Jay también está enamorado de ti, pero tiene miedo al rechazo.—
Jungwon lo pensó por un rato, para luego mirar los ojos de Sunoo, quién le brindó una sonrisa.
— ¿Y que hago?— pregunto Jungwon.
— Decírselo, no pierdes nada por eso.— respondió Sunoo, encogiéndose de hombros, mientras salía de la habitación para dirigirse a la cocina.
Jungwon tenía un pequeño plan.
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— ¡Hyung! ¿Vamos a caminar un poco?— pregunto Jungwon con una sonrisa, entrando en la habitación de Jay, quién sonrió al escuchar al pequeño chico, asintiendo.
Ambos fueron a cambiarse, poniéndose ropa cómoda con un abrigo, el clima de esos días era especialmente frío y ninguno de los dos quería enfermarse.
Una vez estuvieron listos, salieron del apartamento para dar algún paseo por aquel lugar, comenzaron a hablar de distintos temas, riéndose y sonriendo al contrario cuando sus ojos se encontraban, y cuando iban pasando por un pequeño mirador Jungwon supo que debía comenzar su plan para confesarse a su mayor.
— Hyung, ¿podemos ir al mirador?— pregunto Jungwon, recibiendo un asentimiento del mayor.
Jungwon estaba nervioso, puesto que no sabía si realmente Jay estaba enamorado de él, pero prefería decírselo a guardarse sus sentimientos sabiendo que en cualquier momento podrían comenzar a doler.
Se sentaron en un banco que había por ahí, Jungwon cogió aire y miro al mayor fijamente, quién le devolvió la mirada, los ojos de Jay eran los más bonitos del mundo, era una mirada tan profunda pero acompañada de un cierto toque de dulzura.
— Hyung, hay algo que... quiero decirle.— comenzó a hablar Jungwon, sintiendo sus mejillas arder y su corazón acelerarse.
— ¿Que es pequeño?— susurro Jay, haciendo que Jungwon cogiera aire de nuevo.
— Desde hace un tiempo yo...yo estoy enamorado de alguien.— Jay frunció un poco el ceño, pero dejo que Jungwon continuará.— E-esa persona es muy cercana a mi, siempre que estoy triste él me saca una sonrisa con sus boberías, siempre que me abraza siento un zoológico en mi estómago y...bueno, él simplemente es genial.— Jay escucho atentamente las palabras del menor, sintiendo como su pecho dolía levemente.
— ¿Quién es esa persona, Wonnie?— preguntó, viendo como la carita de Jungwon se volvía más rojita, dándole un aspecto adorable al menor.
— E-esa persona es...usted.— tras decir aquello Jungwon se levantó corriendo, alejándose un poco Jay, quién aún estaba procesando lo que acaba de escuchar.
