— Hyung, besame.— dijo Jungwon de pronto, mientras miraba fijamente a Jay.
Las mejillas del mayor comenzaron a pintarse de rojo por lo recién dicho por parte de Jungwon, ¿había escuchado bien o solo fue imaginación?
Agarró a Jungwon por las mejillas, mirándolo directamente a sus preciosos y lindos ojos, aquellos que habían hecho que su corazón se acelerara de una manera sorprendente, el pequeño castaño lo había enamorado con tan solo mirarle y sonreírle.
Ese era Yang Jungwon, amable, tierno, inteligente, curioso... Era su precioso Yang Jungwon.
— ¿Por qué quieres que te bese? — pregunto, acercándose a los labios del menor, esperando una respuesta, recibiendo un pequeño suspiro.
— Solo hágalo Hyung.— respondió Jungwon, acariciando las manos de Jay.
— Es tu primer beso, ¿por qué no mejor lo haces con esa persona especial? — cuestionó el mayor, sintiendo los cachetes de Jungwon inflarse por el puchero que había formado.
— Hyung, solo béseme.— repitió Jungwon, con su cejo levemente fruncido, dando un aspecto muy tierno a Jay, quién oculto la sonrisa que amenazaba con salir.
— Jungwon, un beso se comparte con esa persona especial, además tú y yo no somos pare- — Jay se vio interrumpido por un bufido de Jungwon y su suave voz siendo algo elevada.
— ¡Hyung, si quiero compartir mi primer beso con usted, es porque es mi persona especial! —
Los ojos de Jay se abrieron lentamente, sus mejillas tomaron un color carmesí y antes de que pudiera procesar algo de lo que estaba ocurriendo, Jungwon estaba sentado a horcajadas sobre él, con sus mejillas hinchadas y sus cejas fruncidas.
— Jungwon.— llamo Jay, mientras sus manos se posaban inconscientemente en la cintura del menor, sintiéndolo tensarse ante el toque.
— Me gustas, Hyung, y pensé que así tal vez...tal vez se daría cuenta.—
— Pequeño, ¿acaso tú te has dado cuenta de mis sentimientos? — cuestionó Jay, recibiendo una negación por parte de Jungwon.— Tú también me gustas, siempre me gustaste, no sabes cómo aceleraste mi corazón cuando me pediste que te besará.— Jungwon se sonrojo y Jay sonrió por ello, llevando una de sus manos a las mejillas de Jungwon, amaba acariciarlas, en verdad, amaba todo del pequeño castaño.
Lentamente Jay fue acortando la cercanía que ambos poseían, dejando delicadamente sus labios sobre los del menor, haciendo una leve presión, iniciando un pequeño beso entre ellos.
Las manos de Jungwon fueron lentamente hacia el cabello del mayor, enredando sus pequeños deditos en el, mientras que Jay acariciaba suavemente la espalda del menor, causándole varios escalofríos.
Al cabo de un rato ambos se separaron por la falta de aire y Jay no dudó un solo segundo más en dirigir sus labios a las mejillas de Jungwon, escuchando algunas risitas que se escapaban del castaño.
— Jay.— susurro Jungwon, captando toda la atención de su mayor.
— ¿Si, pequeño?—
