SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]

SEIS.

[Maratón 4/?]

"Unos vestidos y una nueva sensación."

No te ilusiones.

Esto no es lo que parece.

Procuraba repetirme una y otra vez sin llegar a creérmelo por muy pesimista que deseara colocar mis pensamientos.

La voz de mi madre repitiéndome con precisión cada uno de mis defectos, mi nula capacidad para tan siquiera llegar a gustarle a alguien o ser de interés para tan siquiera un ser como Gratia, intentaba de forma tormentosa anclarme a la realidad.

Anularme la idea de viajar en mi fantasía, en mis repentinas ilusiones que si quiera sabía cómo habían dado pie.

Pero... ¿Cómo se supone que deje de hacerme ilusiones cuando me encuentro en esta situación tan inverosímil?

Acompañar a Gratia en su elección de vestidos para aquel evento que mencionaron Ezra y Conrad, se me había planteado en la mente de otra forma.

Como en el pasado cuando me veía ejerciendo ese papel de asistente que realmente nunca había sido confirmado como tal, cargando vestidos, anotando sin ton ni son lo que esa mujer soltara por su boca sin importarle si llegaba a escucharle o no, discutir con algunos empleados que me tratarían como la mierda del zapato de alguien como Gratia, con un poco más de importancia que cualquier otra mierda por estar pegada a la suela de sus Louis Vuitton, pero igual de insignificante como para empujarme fuera en la mínima oportunidad.

En cambio, aquí me encontraba.

Sobre esta tarima circular como recién salida de una secuencia cinematográfica al estilo Pretty Woman* o Maid in Manhattan**, viviendo ese sueño ilusorio que cualquiera en algún momento hubiera querido vivir.

Me sentía cohibida, demasiada poca cosa para la prenda que actualmente ceñía mi cuerpo de forma caprichosa hasta las caderas, dejando caer esa sutil seda de un hermoso tono esmeralda, tan apropiado como la pedrería del collar ostentoso que estaban colocándome en aquel preciso momento sobre mi pecho, tras engancharlo tras mi cuello.

Decir que había dejado de respirar por miedo de ocupar de más aquel vestido, era casi rozar la burla por la contención a la que se estaban viendo forzados mis pulmones.

Tenía miedo incluso de alivianar mi postura o de tan siquiera moverme más de lo apropiado.

En cambio, Gratia volvió a salir al exterior de los probadores, al circulo donde me encontraba con más asistentes de los que quisiera tener encima por si rompía esa prenda cuando si quiera podía permitírmela.

No se qué clase de juego era este.

Pero era mucho más retorcido de lo que hubiera esperado en Gratia. Es cierto que es un ogro... Pero ¿jugar de esta forma con alguien de escasos fondos que literalmente se arrastro para seguir con su muy asfixiante trabajo?