SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]

VEINTICUATRO

[MARATÓN SORPRESA 5/12]

"Retazos de realidad y fantasía" Parte 2

Los nudillos de Conrad golpearon ligeramente la superficie de la puerta abierta de aquel despacho, donde en la lejanía de su amplitud se ubicaba Levian, concentrado en los documentos sobre su escritorio, ignorando las increíbles vistas tras suya.

Así como yo misma también las ignoré en cuanto puse mi enfoque en el atractivo hombre serio y firme tras el robusto escritorio. El mismo que al alzar su foco de interés hacia el dueño de la interrupción, su densa y frívola mirada no se apartó de la mía.

Levian no hizo ningún aspaviento de sorpresa, él prácticamente se quedó tan estoico como siempre.

— El desayuno grandullón.

Escuché un bufido malhumorado por parte del atractivo gentleman y no pude impedir que una sonrisita se me escapara al apreciar de primera plana, la relación de ese par.

Levian y Conrad eran una mezcla extraña.

Una combinación que nunca esperarías, algo así como, helado con papas fritas. Suena extraño, pero está delicioso.

Tan delicioso como ellos...

Pienso a medida que repaso la contextura esvelta, firme y caliente de Levian enfundado en ese elegante traje gris.

Esos pantalones deberían estar prohibidos...

Levian no era tan musculoso como Ezra, su masa muscular parecía perfecta y en sintonía con cada parte de su cuerpo, como si hubiera bajado del cielo y se burlase de los simples mortales.

Mis ojos se perdieron en sus manos, como aflojaba la corbata en su perfecto e impecable cuello, la chaqueta había sido desecha con anterioridad, colgada en el respaldar de su silla, como si nada más llegado se hubiera enfoscado en su trabajo.

Sí, Levian parecía ese tipo de hombre de negocios, el tipo al que le confiarías tu economía por parecer poder dominar y controlar todo, cual rey.

En cambio, Conrad... Conrad seguramente le daría dolores de cabeza a Levian más de una vez, aunque no descartaba su inteligencia ni perspicacia. Él tenía un don de gentes, quien posiblemente mareaba al ratón para luego ser cazado por Levian.

Mis dedos picaban con la urgencia de ayudar a Levian a retirarse la corbata, como si mi cuerpo de por si se moviera a su antojo cuando estaba a su alrededor.

Pero me contuve, a pesar de haber descubierto la gula de su boca, la noche anterior, Levian aún me intimidaba lo suficiente como para mantenerme en mi lugar, junto a Conrad, esperándolo en la puerta de su despacho.

Antes si quiera de poder girarme a indagar donde desayunaríamos – Por qué sí, tenía hambre, no era de desayunar, pero el olor de esa pastelería activo mi apetito- Conrad se retiró del marco de la puerta, me regalo una de sus encantadoras sonrisas al posar su mano en mi espalda y guiarme hacia el lado contrario del despacho de Levian.