SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]

VEINTIUNO

[MARATÓN SORPRESA 2/12]

"Destellos de realidad"

— Entonces... Tú y Conrad...

— Somos unidos, cariño... no solo tenemos que amar a Gratia, nos queremos y nos amamos de formas diferentes... — Se volvió escuetamente a observarme por el semáforo que le facilitaba dicha acción — Solo somos libres de vivir como queremos...

Dejo caer mi cabeza sobre el asiento, perdiéndome un segundo en el letargo encantador del momento. La velada finaliza tal y como empezó, en el coche de Ezra, dirección a mi casa.

— ¿Es eso lo que me ofrecéis?... ¿Libertad de ser lo que quiera ser?

Cuestione sucumbida por la calma que tanto el escaso alcohol consumido en la velada como el silencio que inunda el interior del coche, ese que solo nuestras voces interrumpen con la armonía de la charla precisa para no saturar nuestro camino de ida.

Ezra asintió al retomar la vista en la carretera.

Verlo conducir a estas altas horas de la noche era una embriagante nana, como si pudiera perderme en cada detalle que lo formaba.

¿Esto es lo que se siente cuando se es feliz?

¿Esto es lo que se siente cuando hay confianza?... O simplemente el poco alcohol consumido sí ha hecho estragos en mi...

— Ser parte de nosotros, vivir como nosotros... libres, sin temor a ser juzgados o de exportar lo que formamos entre todos nosotros... Además... — Ezra me observa de reojo antes de continuar enfocando la carretera con esa pequeña sonrisa curvando sus labios y mostrando así ese encantador hoyuelo — Siempre he querido tener a alguien menor que yo... algunas veces coexistir con personas mayores que tú y de comportamiento dominante, crea revuelos que soy consciente tú puedes llegar a apaciguar...

Ni siquiera soy consciente de que habíamos llegado hasta que Ezra retira sus manos del volante, asegurando el coche y volteando por completo la atención en mi.

Unas sonrisas cómplices de completa calma, aparecen en nuestros rostros.

Me siento embriagada y no solo por el poco alcohol que he bebido durante la velada.

Por primera vez me siento estar donde me corresponde, donde debía haber estado siempre.

— Vamos cariño... Ya es tarde y debes descansar...

Suelto un corto suspiro al voltearme para desabrochar mi cinturón, no quiero bajarme del auto, ni separarme de Ezra.

No quiero salir de esta burbuja de fantasía.

No quiero volver a mi realidad...

Aún así lo hago, siendo ayudada a bajar del coche por Ezra, que, en algún momento de mi indecisión, salió del coche para rodear este y brindarme como todo un caballero su zurda, siendo el sostén que necesito ante lo complejo que es salir de uno de estos coches con estos altos tacones.