[09/09/2022]
[SIN EDITAR]
[1/2]
"Una probadita de delicioso pecado" PARTE 1
Su orden fue directa, tan clara y tajante que incluso se incrustó en mi el desesperante deseo de arrancar la ropa, que ahora, sentía agobiarme.
Gratia carecía de sutileza.
Pero a mi sexo parecía encantarle ese hecho...
Mis muslos se apretaron entre si, consecuente de que no debería tomármelo de esta forma, al fin y al cabo, tendría que estar sintiéndome devastada al haberme hecho ilusiones con creer encontrar una ternura que me había llegado a entumecer, distrayéndome por unos segundos de lo que realmente implicaba el que estuviera aquí, ahora, con ella de esta forma.
Tras liberar el agarre en mi mentón y abandonarme en el interior de su vestidor, sin esperar que la siguiera, volvió a adentrarse en su habitación.
Ajena por completo a mis movimientos.
Esos pasos tímidamente torpes al estar aun procesando su mandato, esperando quizás que me pusiera mucho más incomoda la situación, la contemplé ir de un lado al otro en su habitación, encargándose de retirar mis cosas de la cama y dejarlas ahí, acompañando su chaqueta en aquel solitario sillón.
Aun cuando alcé mis manos para comenzar a desabotonar la camisa, que, a pesar de su delicado tejido, sentía tan calurosa como un abrigo de plumas en pleno verano, Gratia no se giró a contemplarme.
Quizás era evidente la incomodidad que me gobernaba.
Una incomodidad que no iba sujeta a la posibilidad remota de no querer cumplir su mandato, no, eso estaba descartado desde el primer instante en el que le rogué me tocase, sino, por el que quizás no llegara a gustarle como tanto creía una vez me contemplara despojada de esa ropa que me hacía lucir bonita.
Yo no era tan atractiva ni llamativa como ella.
No, no existía comparación alguna entre ella y yo.
Es imposible comparar una manzana con una aceituna.
Mientras ella es la representación del pecado, con su alta estatura, su perfecta y curvilínea figura de medidas tan equilibradas que la hacían parecer una obra creada con esmero por los mismismos dioses, rematada ante ese suave bronceado que aclamaba en mi el deseo de presionar mi nariz sobre alguna porción de su cuerpo y rebuscar la fragancia tan suya que adoraba sentir embriagarme.
Yo soy el extremo opuesto.
Pequeña, con un cuerpo que parecía casi no haberse desarrollado como debiese, con la palidez digna de alguien que no había pisado nunca los lugares tropicales a los que ella tanto solía ir a veranear con sus hombres y a la que su mayor preocupación era rellenar las altas expectativas de una madre enfadada con la vida misma, por haberle arrebatado todo aquello que pudo ser y no fue al tenerme a mí.
ESTÁS LEYENDO
SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]
RomanceLas palabras sobran cuando el deseo arde. Yo soy Tabú. Soy aquello que está mal... el deseo sediento de más. Yo soy insaciable. Y aquí estoy, invitándote a pecar. ¿Lo dejarás pasar? ADVERTENCIA: Esta novela trata temas, escenas y contenido para un p...