Las palabras sobran cuando el deseo arde.
Yo soy Tabú.
Soy aquello que está mal... el deseo sediento de más.
Yo soy insaciable.
Y aquí estoy, invitándote a pecar.
¿Lo dejarás pasar?
ADVERTENCIA:
Esta novela trata temas, escenas y contenido para un p...
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[Maratón 5/?]
"Picando la curiosidad..."
Enredas tus dedos alrededor de mi garganta.
Presionas, degustas, disfrutas del control en mí...que yo te cedo.
Yo te pertenezco.
Y lo acepto.
Mi cuerpo lo hace.
Yo lo hago.
Te oído, te deseo, me frustras y te anhelo.
Yo soy Eva.
Tu cuerpo la manzana prohibida.
Y tu voz, la tentación que susurra la viperina lengua de Lucifer.
Quiero pecar.
Estoy pecando, al soñarte, al soñarlo, al... soñaros.
— Dulzura.
La pluma raya la hoja en la que me encontraba perdida escribiendo, tachando por inercia el párrafo que ahora la tinta oscura de la pluma medio deforma en algunas partes.
A la par que mi cuerpo se sobresalta sobre la silla en la que me encuentro, alzando la cabeza con la sangre lejos de mi rostro, para toparme con esos preciosos ojos que él posee.
— Conrad.
Mi voz sale casi con brusquedad por la sorpresa que aún me carcome y no se me pasa desapercibida la sonrisita que pretende formarse en la comisura de su labio.
No es hasta que veo la pequeña mueca en su boca que enfoco lo que él ahora enfoca.
Mi blog de notas, abierto en la página donde he garabateado en un intento de soltar la frustración que me carcome y no me deja concentrarme como deseo, otra hoja más que iba a arrancar, arrugar y botar en la profundidad de mi cajón privado.
Secretos.
Pensamientos que nadie más debe conocer.
Ni siquiera medito mi accionar, tan rápido como me percato la atención con la que parece desear leer las frases trazadas en esa nula caligrafía, me veo cerrando el blog de una forma tan brusca que el choque resuena como un eco por el largo pasillo donde se ubica mi "despacho".
Resaltando, remarcando la incomodidad de la situación en cuanto nuestras miradas vuelven a enfocarse la una en la otra y el rubor devora mi cara sin pudor alguno.