TREINTA Y OCHO

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[02/06/2024][SIN EDITAR][1/2]

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[02/06/2024]
[SIN EDITAR]
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"Un extraño desdichado"
PARTE 1

Al despertar a la mañana siguiente, removida de mi sueño por la repetitiva alarma de mi móvil, me encontré completamente sola entre las sábanas.

Sin rastro de Ezra o de Gratia.

No obstante, no me preocupé, no quería darle vueltas a algo que seguramente sería cotidiano ante la forma en la que habían manejado la situación.

Me enfoque en seguir mi rutina, ignorando que fuera en la casa de mi jefa, en el interior del inmenso vestidor de la mujer más poderosa de Manhattan y quien me quería como su amante.

Suya y de sus hombres.

Me vi sonriendo por novena vez desde que me había despertado, consciente del calor que volvía a hacerse presente en mis mejillas ante el recuerdo de lo ocurrido el día anterior.

Los múltiples orgasmos a los que había sido empujada.

La conversación tan esclarecedora y sincera con Gratia.

Nuestro baño juntas y el resto de la velada que podría casi definirse como un actuar casi cotidiano en una pareja común.

Tras empujar la camisa de un suave color crema en el interior de mi ajustada falda, me encaminé algo distraída hacia el sillón en el que se encontraban, tanto mi americana que complementaba mi conjunto, como mi bolso.

O al menos esa había sido mi intención hasta que noté la presencia de alguien más, sentado en la cama aún desarmada.

Detengo mis pasos al definir la magnífica obra de arte que se representaba ante mí. La misma que se ha llevado todo mi interés.

Una imagen tan embriagadora como la de Levian en su impecable traje, la de Gratia luciendo una simple y única bata de seda o la de Ezra, desvistiéndose con naturalidad ante mis ojos.

— Conrad...

La sonrisa se ensancho en mis labios, mientras me deleitaba con el cuerpo de Conrad tirado sobre la cama, de brazos extendidos y una despreocupación encantadora.

El rubio se deshizo de su cómoda postura para impulsar su peso sobre sus codos y enfocarme con sus magnéticos ojos.

— Buenos días dulzura, quería acapararte un rato antes de que bajes a desayunar...

Conrad no podía deshacerse de esa coquetería que me insta a acortar nuestras distancias y plantarme frente suya, entre sus piernas.

Ese dios pícaro y juguetón no tardó en salirse con la suya, pues antes de siquiera poder reaccionar ya me encontraba siendo jalada a clavarme sobre su regazo, tras empujar y atraer con ese descaro que siempre deslizaba, mis muslos a cada lado de los suyos.

SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora