SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]

TREINTA

[MARATÓN SORPRESA 11/12]

"Un espacio para dos" PARTE 1

Apenas había terminado de guardar lo importante en mi escritorio y apagar el ordenador cuando Gratia salió de su despacho.

Portaba de vuelta su chaqueta de cuero marrón y su cartera amplia bajo el brazo, en esa elegancia que intimidaría a cualquier monarca e inclusive a los más altos diseñadores de la elite.

Me contempló tras sus gafas oscuras, a la par que cerraba la puerta tras suya.

— ¿Lista?

Agarré mi bolso y mi abrigo, con la sonrisa aflorando en mis labios.

— Lista.

Señalice a medida salía de mi recoveco de trabajo. Gratia adelanto su caminar, desfilando ante mis ojos como modelo de pasarela, un caminar al que pretendía adaptarme a pesar de mi baja estatura.

Y mis inútiles piernas cortas...

— Señora Graham, el abogado del señor Gross se encuentra en la recepción principal...

Anunció sorpresivamente quien ocupaba el puesto de Trevor en sus tres días libres, al casi chocar de plano con nosotras en lo que sería su ida a avisarme como correspondía.

Gratia lo escudriñó desde la profundidad de sus gafas de sol, como si el pobre chico acabase de insultarla y por la furia que destilaba sus expresiones, sentía lastima por él. Ese tipo de miradas por parte de Gratia, eran capaces de crearte un trauma y la combinación con la oscuridad de los cristales de sus gafas, era una escalofriante sensación el ser contemplado de esa forma. Por eso generalmente todos acudían a mí, aún si no había objeción alguna para ir directamente con la jefa, nadie se atrevía a obtener su irá por más de dos minutos como la que yo había aguantado todos estos meses.

— ¿Y tú eres?

El rostro del joven empalideció ante el tono bajo y profundo que le había lanzado Gratia. Algo me decía que apenas llevaba unos días en esta planta o probablemente en la editorial.

— J-Jona, sustituyo provisionalmente al señor Wallas.

Gratia alzó una de sus cejas con cierto desprecio ante el titubear del pobre Jona, quien parecía empequeñecer cada vez más ante la deidad nórdica frente suya.

— Jona... — El nombre del pobre chico siendo expulsado de entre los labios de Gratia, me intimidó incluso a mi — ¿Qué crees que estoy haciendo?

El pobre chico visualizo a Gratia, luego a mí, para caer en lo próximas que nos encontrábamos a la recepción de la planta.

— ¿Salir?