DOS

4.8K 394 225
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


"Entre trajes y hombres"



Aún no podía apartar la sonrisa de mi rostro.

Desde la confesión de Conrad, si quiera sabía contener la alegría de mis comisuras.

El resto del desayuno-almuerzo, se volvió tan ameno y cómodo como la conversación nos lo facilitaba.

Conrad no presiono más sobre dicho tema, ni yo sobre ese tema que había dado indicio de esa repentina confesión.

Nos habíamos limitado a conocernos, averiguar nuestros gustos incluyendo la delicia de platos a la que me había dado vía libre a degustar.

Tal y como habíamos quedado, pagué los cafés e incluso insistí en pagar al menos la mitad de la cuenta, pero como siempre, Conrad con su carisma consiguió salirse con las suyas.

Ahora nos encontrábamos esperando fuera de las grandes puertas de una boutique de hombre.

¿Esperando el que?

Pues no lo sabía y aun cuando había preguntado, Conrad no había respondido, esquivándolo al ofrecerme otro tema del que dialogar.

— Conrad...

— Oh, por fin.

Protesto el hombre quien al observarme se había perdido en algo a mis espaldas.

El alivio se deslizo por su rostro, así como su postura que sutilmente había intentado disimular su apuro por lo que fuera que esperábamos.

— Siento mucho la tardanza, la reunión se ha demorado más de lo que esperaba.

Una voz masculina se deslizo a mis espaldas, aportando un escalofrío que recorrió mi columna. Miré a Conrad, para terminar, girando hacia el hombre que desconocía su voz y como la primera vez que contemple a alguno de ese círculo de amistad de cerca, su atractivo me abrumó de tal forma que me vi sosteniendo el impulso de abrir la boca como la máscara de Jim Carrey.

El hombre de cabello plagado de risos castaños me observo por unos segundos donde demoró de la misma forma que yo, al contemplarlo, queriendo no perderme el mínimo detalle de lo bien que se veía en ese traje de oficina en un azul oscuro que acentuaba la blancura nítida de su camisa de botones de cuello desabrochado, proclamando así mayor foco de interés su piel bronceada a la vista.

Una sonrisa suave se deslizo en sus labios antes de atrapar mi zurda entre sus manos y alzarla lo justo, al haberse semi inclinado hacia delante, para posar un casto beso sobre mis nudillos.

— Así que tú eres la sustituta de Gratia...

Confusa aparte mi encandilada mirada de sus increíbles ojos pardos, para enfocar de vuelta a Conrad, quien parecía disfrutar con el momento.

SAGA TABÚ 1 : INSACIABLE [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora