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Esa noche Kagome durmió en la cabaña de la anciana Kaede.  Había sido un día muy agitado, lleno de sorpresas, su corazón había sido roto, pero no dolía tanto, era algo que de alguna manera ella se esperaba.  Lo que haría ahora era seguir adelante y olvidarlo, no sabía cuánto tiempo se quedaría en el sengoku. Trataría de que fuera un largo periodo ya que no estaba segura que si regresaba a su época pudiera volver o si el pozo se sellaría esta vez para siempre.
Decidió no pensar más y prefirió dormir.

En otro lado se encontraba Sesshomaru dejando a Jaken a cargo de algunas responsabilidades, se convirtió en una bola de luz alzando el vuelo en dirección a la aldea, después de unas horas  descendió no muy lejos de ella. Su bestia era muy impulsiva pero a veces razonable.

~ Qué es lo que planeas hacer?
- Vengo por mi compañera.
~ Pero ella no querrá venir con nosotros.
- No necesito de su permiso.
~ Y qué piensas hacer?
- Si tengo que llevármela por la fuerza lo haré. La he marcado y es mía.
~ Sabes que si eso sucede iniciarás una batalla con el híbrido, además no querrás que Rin lo observe todo. Por otro lado ella aún no sabe que está marcada.

Sesshomaru detuvo su andar y reflexionó en eso. Kagome inconscientemente lo deseaba, durante las noches aparecía en sus sueños aunque a la mañana siguiente eso la dejara desconcertada.
Sesshomaru siguió caminando hasta llegar a la aldea. Todo estaba en silencio, todos dormían, pudo percibir el olor de Kagome y se dirigió a la cabaña de la anciana Kaede.  Entró en ella sigilosamente y ahí estaba su compañera.  Recostada en un futón, dormía plácidamente, tenía un mano apoyada en su abdomen, otra a la altura de su cabeza y su rostro de medio lado dejando al descubierto su marca.

Sesshomaru se puso de cuclillas, con una de sus garras acarició su rostro delicadamente, luego rozó su marca y Kagome suspiró dejando escapar su nombre de sus labios "Sesshomaru"
Las pupilas de Sesshomaru se dilataron, una sonrisa se dibujó en sus labios, al menos eso sucedió en su interior, es más Sesshomaru no habrá sonreído nunca en su vida a menos que haya sido para burlarse de algún contrincante.

Pensó que regresaría por la mañana. Había ideado un plan y tendría que funcionar.
Pero ese momento no pasó desapercibido. La anciana Kaede sintió su aura demoníaca, sin embargo no se inmutó pues sabía de quien se trataba, seguro había llegado por Rin, muchas veces solía llegar en el corazón de la noche mientras todos dormían para evitar miradas incomodas o tener que encontrarse con el infeliz de su medio hermano. El nunca había dejado de proteger a su pequeña Rin. Incluso Inuyasha sintió su presencia pero también sabía que llegaba en ocasiones a esas horas para echarle un vistazo a Rin y luego marcharse.  Pero la anciana Kaede no daba crédito a lo que veía.  Sesshomaru nunca había sido afectuoso siquiera con Rin. Se trataba de un momento de debilidad? Le había hecho una caricia a Kagome y se podía notar claramente que estaba cargada de afecto. Pero lo que la sorprendió aún más fue escuchar como de los labios de Kagome salió en un susurro el nombre de Sesshomaru.  La anciana Kaede cerro nuevamente sus ojos (En realidad uno XD) y fingió estar dormida.

Sesshomaru se retiró y se internó en el bosque.
Kagome por otro lado dormía profundamente pero en sus sueños aparecía la imagen de Sesshomaru y ella que se besaban. En su sueño aparecía un Sesshomaru dócil. El la tomaba por la cintura mientras ella tenía sus manos apoyadas en los potentes brazos de Sesshomaru mientras se ponía de puntillas y lo besaba tiernamente, Sesshomaru correspondía al beso, en su rostro tenía un gesto muy relajado, como si para el fuese algo muy natural entre los dos. De sus brazos Kagome pasaba a rodear su cuello y esconder su rostro en el cuello de el mientras esté rodeaba su cintura completamente.

El sol salió y junto con este Kagome despertó poco a poco. Abrió sus ojos y recordó el sueño que tuvo.  Comenzaba a preocuparse porque en las últimas semanas soñaba a menudo con Sesshomaru y lo que soñaba no eran peleas o discusiones. Había deducido que podía ser producto del hecho que extrañaba volver al pasado, pero si ya estaba ahí porque seguía soñándolo? lo que era aún peor era el hecho que ella disfrutaba esas muestras de afecto y en ocasiones iban más allá de solo las muestras de afecto y cuando pensaba en eso sentía como su estómago se sobresaltaba, tipo mariposas en el estómago.

ERES MI MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora