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- Rin... porque lloras?
La joven de ojos color chocolate estaba sentada sobre el futón mientras lloraba con su cabeza apoyada sobre sus rodillas. Al escuchar la vos de su amo levantó su cabeza pero no pudo hablar.
- Te hice una pregunta Rin.
Ella tragó y se limpió sus lágrimas con el revés de sus manos antes de comenzar a hablar.
- Amo... yo quiero ser feliz, pero creo que la felicidad me ha sido negada.
- Acaso no eres feliz aquí?
- Si lo soy amo, pero ese es un tipo de felicidad.  Cuando descubro que puedo ser feliz de otra forma suceden cosas y me doy cuenta que no puedo anhelar más de lo que tengo.
Sesshomaru la escuchó con atención, sabía a lo que se refería.
- Te has enamorado de Taiki no es así?
Pero Rin no pudo contestarle pues sus lágrimas comenzaron a brotar nuevamente y un nudo se formó en su garganta.
- Acaso eso es algo malo Rin?
Ella cerró sus ojos y negó con la cabeza... pensó que su amo era muy inteligente pero en ocasiones minimizaba detalles importantes como el ser un humano y lo que eso conllevaba.
- Amo... como podría permitirme amar a alguien que seguirá viviendo aún después de mi muerte? Soy una humana. Yo envejeceré un día y él seguirá viéndose de la misma forma; joven, fuerte y saludable... y lo que es más... no podré darle hijos.
- Crees que no lo sé Rin?... tiempo atrás Kagome tenía los mismos temores que tú. Miedo a envejecer, morir.. o que me cansara de su humanidad y todas sus debilidades.
- Lo se amo... pero para la señorita Kagome sí hubo un final feliz. Usted es el Lord Sesshomaru... usted sí puede realizar grandes hazañas como burlar a la muerte. Usted sabe que en este mundo no hay nadie que se le iguale. Pero Taiki es solo un joven Yokai y tampoco hay otro elixir de la vida eterna esperando ser encontrado en algún lugar entre el más allá o algún otro lugar.

- Rin... tú lo has dicho bien... soy el gran Lord Sesshomaru Taisho, príncipe y heredero del Oeste, descendiente y heredero de mi clan.  No hay nadie que se me iguale. Por amor burle el inframundo dos veces, cuando arrebaté el elixir de la vida eterna a Izanami y la primera vez, cuando te arrebate de las manos de la oscuridad en el mismísimo inframundo... Irasue te trajo de regreso con la Piedra Meidō dándote automáticamente la inmortalidad. Así que te ordeno que dejes de llorar.  Acaso no te dije que siempre cuidaría de ti? No importa el tiempo que tenga que pasar Rin.
Rin se quedó de una sola pieza... no daba crédito a las palabras de Sesshomaru.  Ella... era inmortal? Todo este tiempo había sido inmortal y nunca lo supo hasta ese día.
- Puedes casarte con Taiki si así lo deseas. Pero si no quieres hacerlo, que sea porque tu no quieres y no por temor a ser una simple mortal.
Conozco la condición de los humanos y sus debilidades, Kagome lo fue en un tiempo. Sigues siendo humana pero inmortal, eso no quiere decir que no enfermarás o que tú vida haya dejado de ser frágil. Si te casas con un Yokai en el momento en que eres marcada como su hembra, te conviertes en mitad Yokai tú también, adquiriendo poderes de regeneración y también dejando de enfermar como puedes enfermar ahora.  Quizás hasta puedas adquirir algún poder.
Dicho esto el Yokai salió de la habitación de Rin, no sin antes decirle las últimas palabras.
- Deja de llorar... organizaré un encuentro para que puedas hablar con Taiki, además. Que puedas tener hijos o no, no depende de ti si tu marido se trata de un Yokai.  Los Yokais pueden preñar a su compañera en cualquier época del año. Por otro lado, como sabes tú que no era Shinji el del problema? Al fin y al cabo era solo un débil humano.... Y finalmente abandonó la habitación de Rin.

Rin había recobrado todas las esperanzas, no podía estar más que feliz y sorprendida con todo lo que acababa de saber. Estaba en shock... podría estar con su familia por siempre, con su amo al que tanto quería como un padre, con el señor Jaken, el abuelo Jaken, con la señorita Kagome y la pequeña Kyomi... jamás había estado fan feliz en toda su vida.
- Jaken! Ve y busca  a Taiki el hijo de Risuke que quiero verlo. No debe haber ido muy lejos.
- Como desee amo Sesshomaru?... amo puedo hacerle una pregunta?
- Hazla.
- Acaso ha lastimado a la mocosa? A mi no me daba buena espina ese tal Taiki.  Es por eso que la mocosa estaba llorando?
- No Jaken... muy pronto lo sabrás.
Jaken tomó a Ah-Un y fue en busca de Taiki.
El Yokai no había ido muy lejos... se había detenido cerca de una cascada. Estaba sentado sobre una roca sumergido en sus pensamientos.

ERES MI MUJERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora