La mañana siguiente Kagome despertó, pero Sesshomaru ya no estaba a su lado, se había marchado temprano, pero en su lugar había dejado su estola a la cual Kagome se abrazaba, al verla esta sonrió y se abrazó aún más a ella. Era mullida y calientita, perfecta para los días fríos de otoño.
En algún lugar de sus dominios se encontraba el Yokai... necesitaba respuestas. La conversación que tuvo con Kagome lo dejó pensativo. Ella era humana, envejecería y moriría tarde o temprano. Como podría sobrellevar su pérdida? Pasar una noche entera con una mujer en algún tiempo pudo parecerle absurdo. Pero era la primera vez que lo hacía... la noche anterior no durmió, se dedicó a observarla, a admirarla y llenarse con su belleza. Como podría renunciar a pasar cada noche con la mujer de su vida? Tendría que engañar a la muerte pero no sería nada fácil.
Había una sola persona, o alguien que podría ayudarlo. Su nombre era Bokuseno, era el árbol Yokai milenario de gran sabiduría. Sesshomaru llegó al bosque donde se encontraba.
- Bokuseno muéstrate!... Bokuseno hizo su aparición.
- Sesshomaru Taisho... la última vez que viniste a mi fue por tus espadas. Qué es lo que el Lord del Oeste desea de mi esta vez?
- Necesito respuestas anciano. Se trata de... hizo una pausa, el Yokai tenía dificultad al hablar de sus sentimientos pero habló.
Se trata de mi mujer.
- Haz tomado una mujer? Qué quieres saber?
- Es humana. Cómo puede obtener la inmortalidad?
- Ya veo... la vida de los humanos es frágil y efímera. Lo que me preguntas tiene respuesta. Pero no es nada fácil.
Tendrás que viajar al mundo de los muertos y arrebatar a su gobernante el elixir de la vida eterna. Este elixir se trata de unas cuantas gotas. Es la esencia de la inmortalidad. El origen de la vida.
Pero no será fácil. Nunca nadie ha viajado al mundo de los muertos y regresado. Todo el que llega a ese mundo permanece ahí por siempre. Su nombre es Izanami, debes cuidarte de no probar el alimento del inframundo sino no podrás regresar. Izanami se dejó tentar por el alimento del inframundo impidiéndole volver al mundo terrenal. Su esposo el Dios Izanagi llevaba consigo el elixir para rescatar a su mujer pero ésta se quedó con él como último recuerdo de su esposo, por lo cual se aferra a él y no te será fácil obtenerlo.
Estoy cansado, regresaré a descansar.
- Espera anciano!
Pero Bokuseno se había retirado.~ Mierda! Solo hay una forma de ir al inframundo... Irasue... ya una vez fui capaz de ir al inframundo para Rescatar a Rin....pensó Sesshomaru mientras apretaba sus dientes.
Sesshomaru caminó un rato. Pensaba en las palabras de Bokuseno. Había decidido que iría al palacio de los cielos donde se hallaba Irasue su madre. Se convirtió en una esfera de luz y voló hasta llegar al imponente palacio.
Una vez que llegó al palacio.- Ah! Pero si es mi cachorro que ha venido a visitarme. Qué es lo que buscas Sesshomaru?
- Necesito ir al inframundo.
Irasue escuchó las palabras de su hijo lo cual la llenaba de curiosidad.
- Y esta vez qué se te perdió por allá?
- Debes abrir un portal entre este mundo y el inframundo. Debo recuperar algo que me sirve, en ese lugar es simplemente inútil.
- Primero debes decirme de qué se trata, no puedes llegar así como así y exigirme que abra un portal entre este mundo y el otro. Si es una mera estupidez podrías no regresar y yo perdería a mi único cachorro, el único descendiente de nuestro linaje.- Me mareas madre...
- Dime Sesshomaru qué tan importante es para ti? Lo es como cuando rescataste a tu protegida?
Esta vez Sesshomaru tenía una razón más poderosa. Se trataba de la mujer de la que inconscientemente se enamoró.
- Necesito el elixir de la vida eterna, Kagome no es inmortal ese elixir le donará la vida eterna.
Irasue observaba a su hijo seriamente. Si bien los de su raza considerara que el amor era un sentimiento banal, y que su raza se unía en matrimonio solo para generar un heredero puro, recordó cuando unió su vida a Inu No Taisho... estuvo enamorada... y podía reconocer ese sentimiento en su hijo... Sesshomaru había hallado el amor, quizás no en una mujer de raza superior a la humana, pero esa mujer debía ser especial para haber derretido el frío corazón de su hijo. Sí que lo era. Era una sacerdotisa de un poder inmenso. Sus descendientes podrían ser aún más poderoso si sus poderes sagrados con sus poderes demoniacos se combinaran.
- Está bien...
Sesshomaru abrió sus ojos al escuchar la respuesta de su madre.
- Escuhame bien Sesshomaru... abriré un portal con la piedra meido, tendrás a disposición dos horas, no te confíes, en el inframundo el tiempo corre de manera distinta al mundo terrenal. Por lo qué para ti podría transcurrir un año en busca de Izanami . Conozco muy bien la historia de Izanami e Inazagi. Estás seguro de esto? Un año sin ingerir alimentos es mucho hasta para un demonio aunque aquí hayan pasado sólo dos horas. Si pruebas alimento te condenaras, no podrás regresar. Solo recuerda una cosa... no podrás acabar con Inazami. Su existencia es de suma importancia, si acabas con ella el inframundo comenzaría a salirse de control y el mundo terrenal se vería invadido por almas en pena creando el caos. Ella tiene bajo control el mundo de los muertos.
- Abre el portal, regresaré antes que las dos horas acaben.
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ERES MI MUJER
RomanceOtra historia Sesshome! Puede que hallan miles de historias más de este anime, pero creo que es de las historias más completas que he visto, desde la trama de la historia hasta los personajes, aparte qué hay amor, comedia, acción. La verdad es una h...